Recuperan medio centenar de condecoraciones históricas robadas al Duque de Calabria

El robo fue perpetrado en las oficinas de la Orden Constantiniana de San Jorge, en el barrio de Salamanca de Madrid

Parte de las decenas de piezas de valor histórico que fueron robadas al Duque de Calabria y recuperadas por la Policía ABC
Pablo Muñoz

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La Brigada de Policía Judicial de Madrid ha logrado recuperar, en poco más de quince días, medio centenar de condecoraciones, medallas, gemelos y pergaminos robados a Pedro de Borbón-Dos Sicilias, Duque de Calabria y Conde de Caserta, en un piso del barrio de Salamanca en el que tiene su sede la Orden Constantiniana de San Jorge, de la que es Gran Maestre. Los autores materiales, dos, y el receptador, están detenidos. Un soplo podría ser el origen de la sustracción.

La mayor parte de las piezas, de mucho mayor valor histórico y sentimental que económico -hay algunas únicas, hasta del siglo XVIII-, procedían de la vivienda del Infante Don Carlos de Borbón-Dos Sicilias , primo de Don Juan Carlos y anterior Duque de Calabria, fallecido en octubre de 2015. La razón de concentrarlas es que iban a formar parte de una exposición sobre Carlos III.

El robo se produjo entre las diez y media de la noche del 2 de febrero y las diez de la mañana del día siguiente, que es cuando se descubrió. Los ladrones forzaron la puerta blindada de acceso al inmueble -reventaron el bombín- y a partir de ese momento ya no encontraron obstáculos para poder trabajar con absoluta tranquilidad. Ninguna persona del edificio oyó ni vio nada extraño. Los investigadores del Grupo XXIV de la Brigada de Policía Judicial creen que los delincuentes contaban con información precisa de que en esas oficinas había esos días unos efectos muy valiosos. Una de las líneas de trabajo de los investigadores es identificar a ese topo. Los investigadores están convencidos de que se trata de alguien a quien por casualidad llegó esa información.

Ni huellas ni vestigios

La investigación se planteaba complicada. Primero porque en el lugar del robo no se encontró huella ni vestigio alguno de los ladrones, y segundo, porque era posible que las piezas de oro fueran vendidas a algún establecimiento de compraventa de este metal de oro para ser fundido y el resto a algún coleccionista de heráldica con pocos escrúpulos.

Los agentes centraron sus pesquisas tanto en esos establecimientos -se ha comprobado que los detenidos visitaron tres de ellos para vender piezas- como en numerosas páginas web donde se ofrecen objetos usados para su venta. Así se llegó hasta una, ElRastro.net, asociada a un correo electrónico, a través de la cual se había vendido un Toisón de Oro . Un detalle que llamó poderosamente la atención de los responsables del caso.

A partir de ese dato se identificó a la persona que había vendido el Toisón, V.C.R., de 57 años y vecino del barrio de Chamberí. Cuando se hacían más averiguaciones sobre él, la secretaria de Pedro de Borbón-Dos Sicilias se presentó en la Comisaría de Salamanca para informar de que un compañero de trabajo había visto ofertada en una página web una condecoración de la Sacra y Militar Orden Constantiniana de San Jorge. El portal en cuestión era precisamente el mismo que el detectado por la Brigada de Policía Judicial. Mostradas las fotografías, la empleada reconoció sin lugar a dudas la pieza como una de las robadas. Con ese dato los agentes decidieron interrogar a V. C. R., que fue localizado en los alrededores de su vivienda.

El receptador

Cuando se le explicó el motivo de la actuación policial, y tras mostrarle las fotografías de las condecoraciones sacadas de su página web, admitió que las había comprado porque era aficionado a la compraventa de este tipo de piezas a través de internet. Añadió que había comprado esas y otras más que guardaba en su piso de Tetuán por 3.000 euros, si bien había pagado solo por una de ellas 2.900. Así se recuperó la primera parte del botín.

El receptador fue detenido después de que reconociera que no tenía los permisos correspondientes para ejercer esa actividad, ni un libro registro de la Policía para llevar el control de lo que compraba y determinar que eran de origen lícito. Eso sí, accedió a colaborar con los investigadores a los que facilitó los rasgos físicos de los que le vendieron el material, con los que tenía concertada una cita en una cafetería de la calle Eloy Gonzalo el pasado día 22. Los encargados del caso montaron un dispositivo y pronto detectaron a D.M.Z., de 21 años, a quien se intervinieron más condecoraciones.

Los autores confiesan

Además, dijo a los agentes que en un coche aparcado en las inmediaciones estaba su compinche A. F. R., de 22. En los registros de las viviendas se recuperó el resto del botín y pruebas definitivas sobre la implicación de estos dos detenidos en el robo. Algunas de las piezas estaban rayadas , señal inequívoca de que habían intentado venderlas en tiendas de compraventa de oro. Más allá de eso, los propios arrestados confesaron ser los autores del robo.

Los tres implicados tienen antecedentes policiales . El receptador, por abusos sexuales; los dos autores materiales por robos en viviendas, entre otros delitos. Quedaron en libertad provisional a la espera de juicio.

Aunque se ha recuperado el 90 por ciento de lo sustraído aún quedan por ser localizadas algunas piezas importantes. La Policía sigue trabajando en ello, aunque tampoco se puede descartar que puedan haber sido ya vendidas y fundidas por el comprador. En este tipo de casos, el tiempo suele jugar en contra del resultado de las pesquisas.

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