NEGOCIACIONES DE GOBIERNO
Rajoy se reserva la llamada a Sánchez y engrasa la maquinaria electoral
El entorno del presidente está convencido de que estamos más cerca de las urnas y los votantes pasarán factura al «teatrillo»
En el Palacio de la Moncloa se vive la cuenta atrás constitucional, hasta la convocatoria de nuevas elecciones si no se elige un presidente, en una calma expectante . Fiel a su manera de ser, Mariano Rajoy mantiene su tranquilidad a prueba de todo, a sabiendas de que haya pacto o no del PSOE con Podemos, con Ciudadanos, o con todos a las a vez, es algo que no depende de él. Así que sigue a la espera de un hipotético fracaso de esas negociaciones para utilizar su «comodín de la llamada» , su último intento para lograr una gran coalición a la alemana.
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El telefonazo a Pedro Sánchez lleva pendiente desde hace semanas, pero el secretario general del PSOE no ha perdido una sola oportunidad para exhibir su rechazo a Rajoy. La llamada tendrá que esperar aún más, «pero se hará», según subrayan en el entorno del presidente. El contacto con Albert Rivera, por ahora, tampoco está en la agenda. «Ciudadanos es la confluencia del PSOE en este momento, un actor secundario», comentan en Moncloa.
«Liderazgo de oposición»
Mientras se juega esa última carta de la baraja , Rajoy se dedica a tres cosas: ejerce las limitadísimas competencias al frente del Gobierno en funciones, asume un «liderazgo de oposición» de las negociaciones que se están llevando a cabo para una supuesta investidura de Sánchez y ha comenzado a engrasar la maquinaria preelectoral de su partido , con una agenda «potente» ante la posibilidad de que estemos realmente en precampaña, aunque nadie lo diga abiertamente.
En La Moncloa, Rajoy y todo su equipo siguieron la jornada del miércoles en el Congreso, el día de la reunión de Sánchez y Pablo Iglesias, con cierta perplejidad. Fuentes de Presidencia reconocen que en la víspera de esa reunión había algo de «inquietud» por la posibilidad de que se fraguara un pacto de Gobierno con los populistas. Luego llegó «la ceremonia del paseo ridículo por la Carrera de San Jerónimo, los postureos y la falta de respeto a la sociedad», según lo describen las fuentes consultadas. Sin tener ninguna certeza de que el PSOE no vaya a pactar finalmente con Podemos, porque en Moncloa no se fía nadie de las intenciones de Sánchez, se quedaron bastante más tranquilos al comprobar que «todo seguía igual», y ese pacto tripartito entre el PSOE, Podemos y Ciudadanos parece imposible . «Pedro Sánchez está mareando la perdiz, está en el epílogo de su investidura fallida», dicen en Moncloa.
«Rajoy no va a participar de ese teatro, de esa tomadura de pelo . Es un gobernante serio, y así quiere que lo perciban los ciudadanos», comentan en su entorno. Que nadie espere un conejo en la chistera ni un juego de magia del presidente del Gobierno en funciones, porque no los hay. Él observa ese « teatrillo » y espera el mejor momento, si llega antes del 2 de mayo, para volver a llamar a Sánchez y ofrecerle la «vía del 253» , por la suma de votos del PP, PSOE y Ciudadanos.
Tanto el presidente como su equipo creen que hoy estamos más cerca de la repetición de las elecciones que al principio de la semana. Y están convencidos de que los españoles pasarán factura a los que han protagonizado esta «ceremonia de postureo». «Van a tener un justo castigo en las elecciones», advierten en Moncloa. Al mismo tiempo, creen que el PP será premiado por no participar en ese juego: «El resultado será muchísimo mejor, porque aquí se está retratando todo el mundo». En Presidencia han percibido una cierta recuperación en las encuestas , después de la recaída que sufrió el PP en enero y febrero por los escándalos de corrupción.
Rivera, «el gran engañado»
En el Gobierno ven pruebas evidentes de que Pedro Sánchez tampoco se percibe como presidente y ya piensa en las elecciones. El hecho de querer llevar al Ejecutivo ante el Tribunal Constitucional, por negarse a someterse al control del Congreso, es, según Moncloa, una señal de que Sánchez no confía en formar Gobierno en el próximo mes.
En la dirección popular también ven «hoy más cerca que ayer» la repetición de las elecciones. Por dos motivos: uno, que «el posible gobierno a tres PSOE-Podemos-Ciudadanos es un monumento a la incoherencia », y segundo, que la única salida realmente posible, el «gobierno necesario» como lo llama el vicesecretario popular Javier Arenas, está bloqueado por la oposición frontal del PSOE.
La cúpula popular es partidaria de «no participar en la farsa» , y por eso se reserva su acción al momento en que «terminen los juegos florales». Son conscientes de que existe el riesgo cierto de que el PSOE termine pactando un Gobierno con Podemos e independentistas y en ese caso, además de los intereses de los españoles, los grandes damnificados a su juicio serían los dirigentes de Ciudadanos: «Albert Rivera podría terminar siendo el gran engañado».
Rajoy «no ha tirado la toalla» , insisten, pero no quiere «hacer el ridículo» llamando a «quien no va a cogerle el teléfono» y contribuyendo a la ceremonia de la confusión que se vive hace más de cien días. En Génova estarán muy pendientes de lo que ocurra el sábado en el Comité Federal del PSOE, y también de la actitud de Ciudadanos. Mientras, lamentan que el líder socialista sigue sin prestar oídos a su oferta del 21-D, y «los intereses de los españoles se mantienen en “stand by”».