Rajoy mantiene su candidatura y Sánchez evita pedirle su apoyo
Ambos exhiben su distanciamiento en un encuentro breve y frío, en el que no se saludaron ante las cámaras
Las posiciones de Mariano Rajoy y Pedro Sánchez se mantuvieron ayer firmes como rocas, después de una reunión en el Congreso de los Diputados que apenas duró 25 minutos . Al terminar, el presidente en funciones aseguró que no descarta presentar su candidatura a una investidura, porque es una opción «que todavía no se ha votado en la Cámara». «Vamos a ver cómo evolucionan los acontecimientos. Eso es en lo que tenemos que trabajar, hay que empeñarse y dedicarle tiempo y todavía creo que lo hay», aseguró. Mientras, Pedro Sánchez anunció que espera tener listo su acuerdo de Gobierno a finales de este mes, y no con los populares precisamente, sino con Podemos, con quienes ha podido constatar que el PSOE tiene «muchas coincidencias» .
Rajoy y Sánchez mantienen así sus propios caminos, que solo se han cruzado en dos ocasiones desde las elecciones: el 23 de diciembre, cuando hubo la primera reunión en La Moncloa y ya Sánchez le dio el primer «no» a la investidura de Rajoy de los 17 que vendrían después, y el de ayer, en el que ambos partidos discutieron hasta por el turno de comparecencia posterior, tal es el alejamiento al que han llegado. El primero en llegar a la sala «neutral» habilitada en el Congreso fue Rajoy, acompañado por Soraya Sáenz de Santamaría, Jorge Moragas y José Luis Ayllón. Pedro Sánchez se presentó con su equipo, con Antonio Hernando a la cabeza. En privado se saludaron con un apretón de manos y un educado «buenas tardes» , pero ante las cámaras la frialdad fue evidente y ni siquiera hubo saludo «oficial».
La reunión fue corta, pero a la vista de lo que ambos explicaron después, densa en contenido. Sánchez optó por dejar fuera el problema de la corrupción, y tampoco hablaron del desafío independentista como tal. Rajoy, que luego se refirió en todo momento a Sánchez como secretario general socialista, y no como candidato a la Presidencia, sí planteó su opción conocida para formar un Gobierno presidido por el PP, con el apoyo del PSOE y Ciudadanos. Sánchez «no hizo ningún juicio de valor» sobre su propuesta, y tampoco dio detalles sobre la suya. Lo que quedó claro es que el PPvotará en contra de la investidura de Sánchez.
El presidente del PP no recibió ninguna garantía de que Sánchez no vaya a buscar un acuerdo con los independentistas para poder ser investido, aunque tampoco se la pidió a Sánchez. Ambos, al menos, reafirmaron su voluntad de mantener dos pactos de Estado: contra el terrorismo yihadista, y en defensa de la unidad de España. En concreto, Rajoy defendió que es imprescindible defender los artículos 1 y 2, sobre la unidad y la soberanía nacional, como bases de nuestra convivencia, y en su comparecencia sí pidió contundencia a la hora de defender la unidad de la nación. Sánchez también añadió otro pacto sobre la reforma constitucional, sin entrar en un solo detalle.
Un futuro en la oposición
La conversación transcurrió sin tensión, según fuentes de Moncloa, aunque el distanciamiento y la frialdad entre ambos es evidente. La mayor parte del tiempo lo dedicaron a hablar del próximo Consejo Europeo, que se celebrará los días 18 y 19 en Bruselas. El PPy el PSOE siempre han tratado de mantener una posición común en política europea, y en este caso no tiene por qué ser diferente. No hay discrepancias a la hora de defender que elReino Unido siga en al Unión Europea, ni en la política sobre los refugiados, aunque Rajoy pidió un margen de maniobra para que el Gobierno en funciones tenga flexibilidad para negociar.
Se conocían tanto que no tuvieron mucho que decirse. Algo así vino a decir Pedro Sánchez en su comparecencia El líder socialista no le preguntó al presidente del Ejecutivo en funciones por los casos de corrupción porque no quiso « ahondar en la situación que atraviesa el PP ». Una condescendencia que estuvo presente a lo largo de toda su intervención, en la que todos sus mensajes para el PP en términos futuros enmarcaban al partido en la oposición. Así, Sánchez reconoció que «ni le he planteado» a Rajoy cualquier cuestión sobre la investidura. Sánchez, no obstante, quiso restar dramatismo a las imágenes en las que Rajoy no le estrechaba la mano, que en minutos ya corrían como la pólvora por las redes sociales, para enmarcarlo en «una anécdota».
«Nos conocemos, sabemos cuál es la posición de uno y de otro», explicó Sánchez para justificar la corta duración de la reunión. Alejado del tono bronco que en otras ocasiones ha empleado con el presidente del Gobierno, Sánchez no concedió ninguna opción a la posibilidad de que ambas formaciones puedan entenderse en un eventual acuerdo de Gobierno: « El PP se tiene que regenerar, se tiene que limpiar . Su renovación, también de su liderazgo, debe hacerse en la oposición». Sí concedió Sánchez la posibilidad de alcanzar acuerdos en cuestiones como la lucha contra el terrorismo y la unidad de España. Y también constató una realidad aritmética: «cualquier reforma constitucional debe contar con PP».
Preguntado por la posibilidad de fracasar en su investidura y provocar una repetición de elecciones, Sánchez dijo que «trabaja» para que eso no ocurra. Unos trabajos que cobrarán mayor intensidad a partir de la próxima semana, cuando Podemos presente a los socialistas una oferta más concreta. Y es en la relación con la formación morada cuando se mostró más receptivo que en anteriores ocasiones: «Doy la bienvenida al señor Iglesias. Estoy esperando la propuesta». Además de constatar que con Podemos «hay muchísimas coincidencias». Sánchez siguió apostando por un acuerdo que incorpore también a Ciudadanos, pese al veto mútuo que Rivera e Iglesias mantienen. Sánchez cree poder cerrar este acuerdo «a finales de mes» para presentarse a la investidura en la primera semana de marzo. También reconoció que no se cierra «a ninguna posibilidad porque es momento de cambio en la vida política», cuando fue preguntado por si aceptaría un Gobierno con presencia de diferentes partidos. Lo que sí anticipó es que en ese Ejecutivo quiere integrar figuras independientes .