Rajoy ignora la reprobación del Congreso y subraya su «plena confianza» en Catalá, Moix y Maza

El PSOE intenta extender sobre el presidente las sospechas de intervención en el caso Lezo al no cesar a los reprobados

mientras que Santamaría echa en cara a Irene Montero que la moción de censura «se la refanfinfla» a los simpatizantes de Podemos

El presidente del Gobierno en un receso de la sesión de control al Ejecutivo celebrada ayer en el Congreso. EFE
Ana I. Sánchez

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Nueva sesión de control en el Congreso con la corrupción como arma política blandida por la oposición para intentar acorralar a Gobierno. Y nuevo cierre de filas del Ejecutivo para intentar convencer a la oposición de que sus esfuerzos son en vano: no habrá consecuencias políticas porque Moncloa no ve motivo alguno para desconfiar de la labor realizada por el ministro de Justicia, Rafael Catalá , el fiscal general, José Manuel Maza , o el fiscal jefe Anticorrupción, Manuel Moix.

Sobre ellos declaró el presidente del Gobierno, Mariano Rajoy , mantener «plena confianza» ignorando así la moción de reprobación aprobada un día antes por el Pleno del Congreso, reclamando su cese. También señaló el jefe del Ejecutivo que conserva su confianza «absolutamente» en la presidenta de la Comunidad de Madrid, Cristina Cifuentes , tras conocerse el informe de la Guardia Civil que apunta a supuestas irregularidades en un contrato en la Asamblea de Madrid al empresario Arturo Fernández .

Dijo todo ello y además pidió al portavoz socialista, Antonio Hernando , que en el futuro «no haga perder el tiempo a la Cámara» promoviendo iniciativas que no tendrán después consecuencias ejecutivas, en referencia a que estos cargos seguirán desempeñando sus funciones. Por lo demás, Rajoy mantuvo su estrategia de no seguir «el juego» a los socialistas y no contestó ni desmintió las acusaciones que le lanzó Hernando r elacionándole una y otra vez con la corrupción del PP. «Ni me molesto», despreció Rajoy sus embestidas.

Apuntando al presidente

Y es que Hernando utilizó el respaldo que el jefe del Ejecutivo proporcionó a los tres reprobados para intentar extender sobre él la sombra de la sospecha.«¿Cómo va hacerles dimitir o destituirlos si están haciendo lo que usted quiere?», le acusó en el Pleno. «Leales con la Justicia no están siendo pero sí obedientes para intentar frenar la avalancha de corrupción del PP», abundó.

Pero con un tono visiblemente relajado el presidente del Gobierno le contestó insistiendo en el discurso que ya lanzó la semana pasada: el Ejecutivo persigue la corrupción, refuerza los medios para acabar con esta lacra y planea nuevas medidas para las que requiere el apoyo de los socialistas. Hernando, en cambio, le escuchaba visiblemente tenso desde su escaño.

Rajoy también le quiso recordar la retahíla de casos de corrupción que se han abierto dentro de las filas socialistas, y volvió a pedirle ideas constructivas para mejorar la lucha contra la corrupción y la defensa de la presunción de inocencia en lugar de la presunción de culpabilidad. «Espero que el domingo 21 llegue su Pentecostés y dejan de hacer méritos para que gane uno y no pierda otro», espetó, culpando a la difícil situación interna por la que atraviesa el PSOE de esta campaña de ataque contra el Gobierno.

Hernando, no obstante, intentó atacar también a Rajoy por el formato escogido para su declaración en el juicio del caso Gürtel. «Sea fuerte, dé la cara y olvídese del plasma», le espetó, insistiendo en que debe declarar en persona. En esta misma idea insistió después la portavoz de Unidos Podemos, Irene Montero , exigiendo que esa declaración se produzca en sede judicial y no desde el despacho de Génova. Preguntaba a la vicepresidenta del Gobierno, Soraya Sáenz de Santamaría , pero acabó encajando duros reproches de ésta por ofrecer «tantas lecciones de ética con tan poca práctica».

La número dos del Gobierno enumeró los «comportamientos poco edificantes» de miembros de la coalición morada para recriminarle que «ni se creen sus discursos sus propias filas». Y aprovechó para poner sobre la mesa que más del 80 por ciento de los afiliados de Podemos no han participado en la encuesta lanzada por la formación sobre la moción de censura contra el presidente del Gobierno anunciada por Pablo Iglesias. «Les han dicho que se la refanfinfla», aseveró, parafraseando la malsonante expresión empleada por el líder de Podemos en un Pleno pasado. La bancada popular aplaudió con ahínco.

Errejón vuelve a intervenir

La táctica defensiva del cierre de filas continuó después a lo largo de la sesión. con uno de los protagonistas de la reprobación, el ministro de Justicia, manifestando con seguridad que seguirá en el cargo. Catalá, que también recibió preguntas de la oposición, aprovechó para insistir en su versión. Esto es, que cumple su labor con responsabilidad, que no ha habido ninguna injerencia en el trabajo de los fiscales y que el PSOE no ha presentado aún prueba alguna que le permita sostener las graves acusaciones de prevaricación que mantiene. Tal es así, que llegó a culpar a los socialistas de utilizar su inmunidad parlamentaria para fines estratégicos. «No les importa nada la verdad, solo la falacia, el ruido, el humo», reprochó al diputado socialista Luis Carlos Sahuquillo que le había preguntado previamente por sus «gestiones como abogado de los corruptos».

Pero quien cerró los turnos de intervención sobre corrupción fue el ministro del Interior, Juan Ignacio Zoido , volviendo a apoyar sin fisuras al secretario de Estado de Seguridad, José Antonio Nieto . Subrayó que su confianza en él sigue «intacta» y también salió en defensa de la delegada del Gobierno en Madrid , Concepción Dancausa , reclamando la presunción de inocencia mientras no concluya la instrucción y se celebre el juicio por el presunto delito societario por el que está siendo investigada. Aunque en este caso sí matizó que su confianza es válida «en el momento actual de la investigación», eludiendo hacer pronósticos futuros.

El nombre de Dancausa apareció en el Pleno de la mano del anterior portavoz de Podemos, Íñigo Errejón , que reapareció en el Pleno para reclamar su cese con un severo discurso que Zoido interpretó como plataforma de lanzamiento para su campaña por la presidencia de la Comunidad de Madrid.

«O Dancausa sabe demasiado del lodazal en el que se ha convertido la Comunidad de Madrid o le han perdido el respeto a los españoles y dan explicaciones que ni ustedes se creen. Comienzo a sospechar que tienen un objetivo político que es derrotar moralmente a los españoles y hacernos que nos acostumbremos a la corrupción», acusó el anterior número dos de Podemos. Zoido le contestó con mayor severidad aún, acusándole de dinamitar el Estado de Derecho y la presunción de inocencia. «Una denuncia y una admisión a trámite no hace a nadie culpable de los hechos», subrayó antes de rematar su intervención comparando el discurso de Errejón «con un escarnio de la Edad Media y los Juicios de Salem».

Apoyo a Rivera

El jefe del Ejecutivo recibió ayer también fuego amigo de parte del presidente de Ciudadanos, Albert Rivera , que le instó a cumplir su palabra y poner ya en marcha la reducción de los aforamientos. El presidente del Gobierno sacó entonces el tono más severo que exhibió en la sesión para recomendarle que «conviene estudiar bien los temas en vez de dar la lata con el pasado». Le dio así largas de nuevo advirtiéndole que «no por mucho madrugar amanece más temprano y se va muy deprisa corre el riesgo de estrellarse», entre gestos de aprobación y sonrisas de la bancada popular.

Esta posición ha crispado a Rivera que ha echado en cara a Rajoy que ambos mantuvieron ya ese debate el pasado mes de agosto y que en diciembre la vicepresidenta del Gobierno, Soraya Sáenz de Santamaría, le contestó con los mismos argumentos en la sesión de control. «Hay que tomar decisiones, no está para preguntas retóricas. Hay que hacer, actuar, cambiar», le espetó. «Le pido que actúe, usted es el Gobierno y no para hacer preguntas de estudioso sino para ser ejecutivo», le reclamó a continuación para cerrar su intervención con una nueva advertencia: «Las reformas se harán con el PP o sin el PP pero hay que hacerlas y no digan que es un lío porque lío es el que tienen ustedes montado». Rajoy le recordó que esta reforma «no es menor» y conviene llevarla a cabo con un «acuerdo amplio sobre el fondo del asunto» que no existe en este momento». Así, ha recordado a Rivera las distintas dificultades que rodean a esta reforma como la necesaria reforma de la Constitución y de los distintos regímenes autonómicos. «Propongo un debate para que estudiemos el tema y lo traigamos aquí para aprobarlo en su día», ha ofrecido.

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