Curri Valenzuela

Rajoy, de cañas

Mariano Rajoy saludando durante un acto en Guadalajara junto a María Dolores de Cospedal EFE
Curri Valenzuela

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El vídeo de Ciudadanos le representa como un perezoso que solo se anima para leer el «Marca» mientras Mariano Rajoy disfruta de esta campaña electoral como con ninguna otra anteriormente. Después de pasar los cuatro primeros años de su mandato recluido en La Moncloa, ha descubierto la calle , le gusta compartir cañas con el personal de cualquier bar de cualquier ciudad y por primera vez en mucho tiempo está consiguiendo que el rechazo que su persona despertaba en una importante parte del electorado esté disminuyendo.

No es que de repente se haya vuelto un político popular, pero no le va mal en las encuestas con esa imagen de señor normal que dice cosas sensatas, se pasea por la calle, se deja piropear por las señoras de cierta edad, se presta a hacerse selfies con los más jóvenes y se toma unas cervezas en cualquier esquina antes de la siguiente parada en otro lugar de España mientras los más forofos le animan con lo que parece haberse convertido en el lema callejero de la campaña del PP : « ahora sí, ahora sí ». Y encima a su partido, que como todos ha tenido que reducir gastos a la fuerza, le sale más barato que alquilar polideportivos y llenarlos con militantes trasladados en autobuses para ocupar un minuto en los espacios informativos de televisión.

Los policías nacionales asignados a su escolta se llevan la peor parte de esa campaña callejera. Desde que en la anterior al 20-D Rajoy recibió aquel tortazo en una calle de Pontevedra ha quedado abierta la veda para intentar agredir al presidente del Gobierno en funciones. Ahora es raro el recorrido callejero protagonizado por él sin que finalice con que alguna voz le increpe . Incidentes que nosotros los periodistas maximizamos: el perturbado que le insultó mientras se fotografiaba en el Retiro madrileño con todos los números uno al Congreso del PP había irrumpido con frases semejantes ante otros políticos. Pero insultar a Rajoy es gratis; a sus adversarios, no .

Los organizadores de la campaña que dirige Jorge Moragas se encuentran con la dificultad de organizar tanto baño de masas callejero de su candidato. Como se hace público el itinerario a recorrer, los fotógrafos se agolpan alrededor de Rajoy y dificultan que la gente pueda acercársele. Los políticos populares locales, ávidos de salir en la foto con su líder, entorpecen aún más el dispositivo. Aún así, en el PP se muestran contentos con la aceptación que está teniendo una campaña que se basa más en la calle que en los mítines .

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