Rajoy se apunta al «golpe de efecto»

El entorno del presidente sostiene que en la política «efectista» que se lleva ahora hay que sorprender: ocurrió con la reunión con Sánchez en La Moncloa, y después con Podemos. Pero habrá más «golpes de efecto»

Mariano Rajoy recibió a Pablo Iglesias el pasado viernes, 30 de octubre, en La Moncloa EFE

MARIANO CALLEJA

Hace justo una semana, un SMS inquietante llegaba a los móviles de quienes siguen la información del presidente del Gobierno. Decía así: «El presidente del Gobierno hará una declaración a las 14.00 en Moncloa» . Eran las 12.58 minutos. La premura con que se convocó a los medios hizo sonar todas las alarmas. ¿Anunciaría la aplicación del artículo 155 de la Constitución en Cataluña? Los rumores se dispararon. El Gobierno había conseguido atraerse toda la atención del país.

Fue el primer golpe de efecto de una semana de una intensidad política altísima. Rajoy leyó una declaración institucional , en la que garantizó que en España se iba a cumplir la ley y que existían todos los mecanismos políticos, legales y jurídicos para impedir que la resolución independentista, recién presentada, surtiera ningún efecto.

Al día siguiente, miércoles 28 de octubre, a las 17.02 entraba un correo electrónico en los buzones de los medios de comunicación: «El presidente del Gobierno almuerza con el líder de la oposición» . Se adjuntaba una foto de Rajoy y Sánchez ante los jardines de la Moncloa, y el comunicado, breve, de seis líneas, que habían pactado ambos, en defensa de la unidad de España, la Constitución, la soberanía nacional y la igualdad de los españoles. Fue una de las imágenes más importantes de los últimos años. Otro golpe de efecto dirigido desde La Moncloa, que recuperaba la iniciativa política en muy pocas horas.

El «efectismo» de Moncloa tampoco se paró ahí. Ese miércoles por la noche se supo que se reuniría con el líder de Ciudadanos, Albert Rivera . Y pronto empezaron las críticas desde algunos sectores: ¿Por qué no se reúne con Pablo Iglesias? ¿Por qué no abre el abanico y se entrevista con todos? El Gobierno calló. Escuchó, esperó, calló y actuó.

El jueves 29 de octubre, se informó de la reunión que mantendría Rajoy con el líder de Podemos al día siguiente, viernes, en Moncloa. Fue un golpe de efecto maestro, que enmudeció a todos los críticos.

Por si fuera poco, el Gobierno quiso sorprender una vez más el mismo viernes 30 de octubre, al comparecer el propio Rajoy ante todos los medios convocados en La Moncloa , para hacer un balance de esa ronda de contactos y hablar ya de un acuerdo, aunque no escrito, en torno a la unidad de España y la defensa de la ley .

«Estamos en la política efectista. El presidente acertó plenamente al convocar a Pedro Sánchez, y al hacerlo por sorpresa. Doble acierto. Y lo mismo pasó con Pablo Iglesias», comentan fuentes populares, satisfechos por la estrategia y el resultado obtenido. El Gobierno se pone al frente de la respuesta contra el independentismo, asume su liderazgo y responde con firmeza. Y lo hace con golpes de efecto que descolocan a unos y a otros. «Pleno al diez», comentan en su entorno.

El «efectismo» no acaba ahí. ¿Tendrá más reuniones Rajoy? ¿Recibirá a los agentes sociales? La primera respuesta de Moncloa: «Si se cierra algo avisamos». Se busca el golpe de efecto, se busca la «nueva política» para desorientar al contrario, ganarse toda la atención y apuntarse un tanto... a pocas semanas de las elecciones. Por cierto, sí recibirá a los agentes sociales. Y será este miércoles.

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