Quiosquera de prensa, en tiempos de confinamiento

Las primeras semanas de confinamiento por el virus sus ventas cayeron hasta en un 80 por ciento. Marijose abre cada día su quiosco de prensa en el barrio madrileño de La Elipa. El negocio apenas da ya para sobrevivir, nada que ver con los tiempos en los que vendía su suegro.Las personas mayores se han convertido en sus principales clientes, con muchos de ellos mantiene una relación casi familiar. En época de quedarse casa, las ventas de revistas y pasatiempos han sido sus salvavidas.Superviviente de un oficio en crisis, al que ama, Marijose sueña con un titular en sus periódicos, LLEGÓ LA VACUNA, con el fin de una pesadilla.