¿Quién fue la primera víctima de ETA?
La primera víctima de la banda terrorista fue José Antonio Pardines Arcay, agente de la Guardia Civil de Tráfico
«Aunque ETA eche la persiana su narrativa del odio sigue latente»
El próximo miércoles, 13 de octubre, se cumplirá una década desde que la banda terrorista ETA anunció el cese de sus acciones terroristas y el abandono de las armas. Desde entonces, el País Vasco ha avanzado a favor de la convivencia y la memoria de las víctimas, pero la reparación de tantos daños parace ser, en la mayoría de los casos, aún insuficiente tras 50 años de violencia.
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En total, la organización se cobró la vida de unas 829 personas , como recoge el Ministerio del Interior. Entre ellas había militares y guardias civiles, pero también amas de casa, peluqueros, camareros y hasta niños. Y es que, el terrorismo etarra no hizo ninguna distinción de género, edad o profesión.
José Antonio Pardines Arcay
La primera víctima de ETA fue José Antonio Pardines Arcay , un agente de la Guardia Civil de Tráfico que se encontraba en la Nacional I a su paso por el término municipal de Villabona, Guipúzcoa, desviando y dirigiendo el tráfico por unas obras en la carretera.
Mientras realizaba su trabajo, detuvo un automóvil Seat 850 coupé con matrícula de Zaragoza, ya que debió ver algo sospechoso en el mismo, y les solicitó la documentación. En el coche viajaban Francisco Javier Echebarrieta Ortiz , alias Txabi, e Iñaki Sarasketa . Fue el primero, uno de los principales dirigentes de la banda terrorista, quien disparó a Pardines en la cabeza y en el pecho para huir del lugar eludiendo los controles policiales.
Sin embargo, horas después los terroristas fueron interceptados en Tolosa por la propia Guardia Civil , en uno de los controles del dispositivo de búsqueda establecido tras el atentado. Echebarrieta fue abatido en el tiroteo que se produjo y su compañero, que resultó herido, fue detenido en una iglesia cercana en la que se había refugiado.
La Guardia Civil fue la institución pública española más duramente golpeada por la banda terrorista. Entre 1968 y 2009, ETA asesinó a un total de 206 guardias civiles. Once personas, entre ellas cinco niños y dos esposas de guardias civiles, murieron el 11 de diciembre de 1987 en el atentado contra la casa cuartel de la Guardia Civil de Zaragoza; y diez, de ellas cuatro niños, en el atentado contra la casa cuartel de Vic, en Barcelona, el 29 de mayo de 1991.