Qué se sabe de las niñas desaparecidas en Tenerife

La hipótesis que barajan los investigadores es que Tomás Gimeno mató a sus hijas y después se suicidó

Qué es la violencia vicaria

Anna y Olivia fueron secuestradas por su padre el pasado 27 de abril

ABC

Ayer, jueves 10 de junio, se daba a conocer la trágica noticia. El buque oceanográfico 'Ángeles Alvariño' había localizado los restos mortales de la pequeña Olivia , de seis años, la mayor de las dos hermanas secuestradas por su padre en Tenerife el pasado 27 de abril. El hallazgo se ha producido en la zona en la que se lleva buscando sin descanso desde hace doce días.

El barco ha encontrado dos bolsas de lona lastradas en el fondo del mar por el ancla de la lancha de Gimeno. Una de ellas estaba vacía pero la otra contenía el cuerpo sin vida de la menor. Actualmente siguen rastrando la zona en busca del cadáver de Anna.

El pasado 27 de abril se perdió el rastro de Tomás Gimeno , de 37 años, y sus dos hijas, Anna y Olivia , de 14 meses y 6 años, respectivamente. Ese mismo día, los vecinos lo vieron en su casa con las niñas y todo parecía normal. Sin embargo, por la noche, las cámaras del puerto deportivo Marina Tenerife captaron su imagen. Iba solo y salió con su lancha hasta en tres ocasiones . En una de ellas cargaba con dos bolsas de lona y otros enseres. A las 23.10 horas, una patrulla del Servicio Marítimo de la Guardia Civil lo paró a la entrada de la bocana del puerto porque había excedido la hora del toque de queda y sospecharon que podría dedicarse al narcotráfico. Al revisar la lancha no hallaron nada. Zarpó finalmente del puerto a las 00.30 horas, más de tres horas después de la hora acordada con su exmujer, Beatriz Z ., para entregarle a las pequeñas. Tenían la custodia compartida .

Horas después la madre, tras recibir mensajes de clara amenaza: «No vas a volver a ver a las niñas jamás. Ni a ellas ni a mí» , denunció la desaparición de sus pequeñas.

En torno a las 17.30 horas del 28 de abril, el barco, de seis metros de eslora de Gimeno fue hallado a cuatro millas del puerto de Güimar, flotando a la deriva y sin rastro de él o de las dos pequeñas. Poco tiempo después apareció en el mar la sillita portabebés de Olivia .

En el yate fueron hallados restos de sangre , pero no se descarta que estos procedieran de la pesca, ya que era una de las aficiones de Tomás.

El 7 de junio, más de un mes después del secuestro, el buque oceanográfico 'Ángeles Alvariño', encargado del rastreo del fondo marino de Tenerife en busca de las pequeñas, encontró varios objetos: una botella de oxígeno y una funda nórdica que pertenecían al padre de las menores.

Hasta ese momento, el 'Ángeles Alvariño', había realizado un rastreo en una superficie de unas diez millas cuadradas, unos 34 kilómetros cuadrados , y peinado el fondo marino en la zona en la que fue localizada por última vez la tarjeta del móvil de Tomás Gimeno. A pesar de que el buque tenía previsto terminar la búsqueda ese mismo día, el hallazgo extendió la misma hasta el 14 de junio. Lamentablemente el descubrimiento del cuerpo de Olivia el día 10 confirmó lo peor.

Un caso de violencia de género sin denuncias previas

El pasado mes de agosto, Tomás Gimeno hirió a la nueva pareja de Beatriz, un belga de 60 años que había sido su jefe y al que Tomás no aceptaba. Los sorprendió en el aparcamiento de una cafetería de la isla y Tomás comenzó a golpear al hombre. Beatriz trató de separarlos y, según testigos, él la tiró al suelo y la arrastró . En ese momento ella no quiso presentar ninguna denunica. Tampoco lo hizo cuando acudió el pasado mes de diciembre a un cuartel y contó a los agentes que Gimeno la había amenazado verbalmente. No obstante, la Guardia Civil abrió unas diligencias y lo comunicó al juzgado, que no acordó ninguna medida. Se aplicó el protocolo de violencia de género y en marzo volvieron a ponerse en contacto con la mujer. Ella les dijo que no se habían repetido las amenazas .

El entorno de Tomás reconoce que nunca aceptó la separación de Beatriz y no quería que sus hijas fueran criadas por la nueva pareja de su exmujer. De hecho, llegó a contrarar a un detective para que la espiara .

Gimeno arrastra a sus espaldas un importante historial de trifulcas y antecedentes en los últimos años. En 2013 tuvo un accidente de tráfico y se negó a someterse a la prueba de alcoholemia . Los agentes advirtieron que había bebido o consumido drogas. En 2017 lo absolvieron.

En 2015 y 2017 protagonizó disitntas peleas con familiares , dos tíos suyos, en las que estos los denunciaron por intentos de agresión y amenazas. En la primera la denunica se archivó. En la segunda fue absuelto.

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