Puigdemont prevé no aclarar nada para apelar de nuevo al diálogo
El presidente de la Generalitat no dará la respuesta clara que le exige el Gobierno hasta el jueves
![El presidente de la Generalitat, Carles Puigdemont](https://s3.abcstatics.com/media/espana/2017/10/16/carles-kKyF--1240x698@abc.jpg)
No habrá una respuesta clara, la incertidumbre se prolongará hasta el jueves . El presidente de la Generalitat, Carles Puigdemon t, no contestará hoy al últimátum que le ha planteado el Gobierno con un sí o un no, de modo que la pregunta sobre si el pasado martes declaró o no la independencia de Cataluña quedará sin responder de manera clara.
Como ya hiciera en la sesión parlamentaria de la pasada semana, Puigdemont seguirá jugando al engaño y a la confusión , poniendo como señuelo la apertura de un proceso de diálogo que el Gobierno ya ha dejado claro de manera tajante que solo es posible si se regresa a la legalidad. Fuentes políticas consultadas por ABC señalan que la doble presión a la que está siendo sometido Puigdemont llevará hoy al «president» a adoptar la misma estrategia que el pasado martes: voltereta para caer en el mismo sitio y ganar unos días.
Contestación larga
Las mismas fuentes precisan que la renuncia total que le exige el Gobierno no es planteable, como tampoco la unilateralidad y la ruptura completa que le reclaman la CUP, parte de ERC y algunos sectores del PDECat. Se especula con una respuesta larga, reproduciendo el argumentario que ya empleó el martes, aunque no su literalidad.
«El mismo dilema al que se enfrentó el martes Puigdemont sigue ahí. Nada ha cambiado. Si acaso la seguridad de que l a aplicación del 155 no la hará en solitario el PP , sino que el PSOE también lo apoya, y que la estampida de empresas que marcha no se ha detenido», sostienen las mismas fuentes.
La percepción es que todo quedará pospuesto al jueves, cuando vence el segundo plazo dado por el Gobierno para que la Generalitat rectifique en caso de que Puigdemont no certifique hoy de manera clara que la independencia no se declaró. Es eso lo que le pide el Gobierno.
En este contexto, parece claro que el Ejecutivo de Mariano Rajoy no aceptará juegos semánticos ni respuestas confusas . Desde Sevilla, el ministro del Interior, Juan Ignacio Zoido, instó a Puigdemont a pronunciarse de manera inequívoca: «En lugar de que se produzcan palabras vacías que suenen bien y que no lesionan ningún oído, lo que tienen es que acompañarse de hechos reales». En la misma línea, el ministro de Fomento, Íñigo de la Serna, pidió a Puigdemont que «no traicione» a Cataluña y «escuche» a sus ciudadanos y diga «con claridad» que el pasado martes en el Parlament «no declaró la independencia».
Las apelaciones a la Generalitat para que rectifique son simultáneas a la presión que el indepedentismo más radical trata de ejercer sobre Puigdemont en sentido contrario. Una presión que podría llegar hoy también desde la calle en forma de nuevas movilizaciones en función de las decisiones que se adopten esta mañana en la Audiencia Nacional con respecto al mayor de los Mossos y los presidentes de la ANC y Òmnium.
El jefe del Ejecutivo catalán, ayer en el acto por el 77 aniversario del fusilamiento del expresidente Companys, no despejó dudas. En unas horas que calificó de «difíciles y a la vez esperanzadas» para Cataluña , Puigdemont aseguró que las decisiones que adopte las tomará en base a los valores de «paz, el civismo, la serenidad, y también la firmeza y la democracia». Tanto como decir nada.
Sí se le entendió mucho más cuando atacó al PP asegurando que es un partido que se vanagloria del fusilamiento de Companys y que, en alusión a la marcha constitucionalista en Barcelona del 8 de octubre, se manifestó junto a «quienes alzan el brazo fascista con total impunidad».
Contra la fuga de empresas
Por su parte, el vicepresidente de la Generalitat, Oriol Junqueras, sigue sin mojarse y ayer, como ya hiciera el sábado, insistió en Catalunya Ràdio en la necesidad de «preservar la unidad» independentista con el argumento de que «sin unidad no se culmina la república». Del mismo modo que en la reunión del Govern del lunes Junqueras se abstuvo cuando Puigdemont expuso sus intenciones para el día siguiente, el líder de ERC sigue instalado en la ambivalencia.
Desde la consejería de Economía que dirige Junqueras ayer se filtró un argumentario que trata de contrarrestar el estropicio que para el soberanismo ha significado la fuga de empresas. El documento, remitido a las delegaciones del Govern en el extranjero, insiste en que Cataluña seguiría dentro de la UE y de la zona euro, en tanto que, de entrada, España no reconocería la secesión. También minimiza el impacto por la salida de empresas, asegurando que se trata de un movimiento «reversible».