El PSOE ve «mucha distancia» con el PP en la reforma laboral

Los socialistas exigen al Gobierno renunciar al núcleo de la ley para poder llegar a un pacto

Rafael Simancas -2d- y otros cargos del PSOE, en la manifestación del pasado 18 contra las políticas de Empleo del Gobierno EFE
Ana I. Sánchez

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Los socialistas pueden hablar más alto pero no más claro . La oferta que prepara el Gobierno para buscar un acuerdo sobre la reforma laboral adelantada este miércoles por ABC tiene escasas posibilidades de llegar a buen puerto, a menos que Empleo acepte renunciar al núcleo mismo de la ley.

El portavoz socialista de Empleo en el Congreso, Rafael Simancas, ha puesto sobre la mesa las condiciones que exigirá el PSOE para alcanzar ese pacto y que equivalen a dar marcha atrás a todos los mecanismos de flexibilidad introducidos por el PP: equiparar las condiciones de los trabajadores subcontratados a las vigentes en su sector, recuperar la negociación colectiva, poner fin a la figura de los falsos autónomos, poner en marcha un plan de políticas activas de empleo, elevar la cobertura de los parados , recuperar los subsidios a los mayores de 52 años, reformar la contratación parcial y la Ley de Sanciones e Infracciones.

«Mucha distancia»

La aceptación de todas estas claves es el único camino que puede seguir el Gobierno si quiere evitar la derogación, en contra de su voluntad, de la reformal laboral en el Congreso, según Simancas. El propio portavoz socialista es consciente de que será muy difícil que el Ejecutivo acepte toda esta lista de exigencias ya que supondría dejar prácticamente en el esqueleto la reforma laboral vigente. «No veo al Gobierno en eso», resume. Pero su interés no está en alcanzar un pacto sino en revertir, precisamente, las políticas populares. «Es muchísima la distancia que separa a las políticas de empleo que nosotros defendemos y a las que aplica el Gobierno. El Ejecutivo se reafirma cada día en las bondades de la reforma laboral y nosotros estamos en radical desacuerdo porque apuesta por la peor competitividad: tirar los salarios », zanja el político socialista, sabedor de que uniendo fuerzas con Podemos y los grupos nacionalistas su partido cuenta con mayoría parlamentaria suficiente para legislar en contra de Ejecutivo.

La intención del PSOE es alcanzar acuerdos parciales con el Gobierno en medidas concretas como recientemente el salario mínimo o en leyes determinadas, pero no en políticas troncales. El único punto en el que parece ir cediendo es en la propia exigencia de derogación. Para Simancas , no es imprescindible la abolición del texto sino su reforma sustancial. Este pequeño matiz es muy importante para el Ejecutivo ya que así dispone de la opción de negociar pero, en materia laboral, no parece que pueda ser suficiente.

Negociación colectiva

Y tampoco puede contar Moncloa con que Ciudadanos vaya a ser un aliado incondicional en materia laboral. Su portavoz adjunto, José Manuel Villegas, ve «positivo» que el Gobierno intente buscar un acuerdo «amplio», pero advierte que debe ser más «ambicioso». En esta línea, sostiene que «la reforma laboral tendrá que adaptarse y la solución es el contrato único con indemnización creciente para que no se discrimine a los trabajadores fijos y temporales».

Una modalidad que, para dificultar aún más la ecuación, el PSOE repudia. «Ahí no nos van a encontrar» , rechaza Simancas. Los socialistas preparan ya un nuevo texto en contra de la reforma laboral de la mano de los agentes sociales, esta vez sobre la recuperación de la negociación colectiva.

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