El PSOE de Extremadura se lía con el 155: primero lo apoya y luego se desdice
Los socialistas de Fernández Vara se desmarcan de la estrategia de Sánchez y no rechazan intervenir en Cataluña «si se dan las circunstancias»
No se puede estar en misa y repicando. El refrán se ajusta perfectamente al ejercicio que ayer practicó el PSOE de Extremadura, liderado por Guillermo Fernández Vara , uno de los barones socialistas que, en alguna ocasión, se ha atrevido a levantar la voz contra el presidente del Gobierno y líder de su partido, Pedro Sánchez . La noticia saltó por la mañana en la Asamblea extremeña, cuando los socialistas votaron, junto al PP y Ciudadanos (Cs), a favor de una proposición de los populares que mostraba el apoyo de Extremadura a la aplicación del artículo 155 de la Constitución «de manera firme» para frenar el desafío independentista catalán.
Esta determinación, que PP y Cs han exigido a Sánchez incluso en el Congreso de los Diputados, va totalmente en contra de la política del presidente del Gobierno, quien prefiere aplicar «ibuprofeno» y millones al problema catalán, cuyos líderes, sin embargo, no cesan en sus desafíos verbales. La última salida de tono del presidente de la Generalitat Quim Torra, sin ir más lejos, llegó también ayer desde Washington, donde pidió a diputados norteamericanos que mediaran en la, a su juicio, «represión política» existente en Cataluña.
No es ningún secreto que estas declaraciones -amén de los guiños a la hora de diseñar los Presupuestos- no gustan nada en territorios donde ni siquiera tienen un tren digno, como es el caso de Extremadura, y así se lo hizo saber la portavoz del PP en el parlamento regional, Cristina Teniente, a los socialistas. « Es desgarrador que premien su traición con un chorro de millones que nos quitan», criticó Teniente durante su alocución para justificar la proposición del PP que, además de la aplicación del 155, incluyó otros cinco puntos, que también apoyó el PSOE: reivindicar la Transición, defender los símbolos de España, la Monarquía, el español como lengua vehicular y exigir a Sánchez que abandone la bilateralidad con Cataluña.
A la hora de votar, los socialistas, pese a asegurar en un bronco debate que «no hay condiciones para aplicarlo» , votaron con PP y Cs a favor de trasladar a La Moncloa el apoyo de Extremadura al artículo 155 en Cataluña.
Paso atrás
La noticia, a primera hora de la tarde, cobró importancia a nivel nacional, puesto que no es nada habitual que territorios gobernados por socialistas -en Extremadura el presidente es Fernández Vara- desafíen a Sánchez y menos todavía con un tema tan crítico. A partir de ese momento, los socialistas extremeños comenzaron a recular. El primero en hacerlo fue el propio Fernández Vara quien, pese a asegurar en su día que abandonaría el PSOE si su líder pactaba con los independentistas, tuvo que enmendar a su grupo parlamentario: «La posición del PSOE en Extremadura es muy clara. Aplicar el 155 si se dan las circunstancias, que en estos momentos no se dan».
La posición del PSOE en Extremadura es muy clara. Aplicar el 155 si se dan las circunstancias,que en estos momentos no se dan. Porque si se hiciera sin razones los tribunales europeos podrían rechazarlo y sería muy grave.
— Guillermo Fdez Vara (@GFVara) 17 de enero de 2019
«Si nos hubiéramos abstenido, la polémica sería porque nos abstenemos del resto de aspectos. ¿Cómo no vamos a apoyar nosotros la Constitución? », se justificó Valentín García, portavoz del PSOE en la Asamblea extremeña, para después hacer méritos con el jefe: «No nos salimos de la postura del PSOE nacional porque la postura de Pedro Sánchez es la más inteligente».
El posicionamiento -pese a lo tímido- va un paso más allá del «no» rotundo al 155 que ahora maneja Sánchez y a la vez pone de manifiesto el difícil equilibrio al que tiene que jugar Fernández Vara: no puede enfadar demasiado a Sánchez para que no le cierre el grifo presupuestario, pero tampoco puede venderse en su tierra -que necesita inversiones importantes, por ejemplo para mejorar el tren- como un dirigente sumiso ante un presidente que sube la asignación a los soberanistas. Y todo esto a cinco meses de las elecciones.
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