¿Qué nos protege cuando el barco ya no es seguro?
Abandonar el barco es la última de las decisiones que quiere tomar el patrón. Si no queda más...
Abandonar el barco es la última de las decisiones que quiere tomar el patrón. Si no queda más remedio, las radiobalizas (que vía satélite ubican el barco), los trajes de supervivencia (la única opción en aguas gélidas) y la balsas (con objetos de señalización, alimentos...) son las únicas opciones para poder salir del trance. En muchas ocasiones hay que realizarlo rápidamente, casi sin pensarlo. Periódicamente los marineros reciben cursos pero la realidad de un naufragio es la prueba de fuego.