El presunto autor intelectual del crimen de Llanes grabó a su mujer y al concejal

Pedro Nieva se quedó mudo cuando la jueza le preguntó si sabía que su mujer y Javier Ardines habían comenzado la relación cuando ella tenía 17 años, antes de casarse. No quiso contestar a nada más. No lo sabía dice la Guardia Civil que se puso en la pista del crimen sentimental gracias entre otras cosas a una grabaación del propio Nieva que envió a la hija de Ardines al descubrir la infidelidad. Fue seis meses antes del crimen en una comida familiar. Nieva sospechaba y dejó su móvil bajo una servilleta. Se fue al baño con la idea de que Katia y Javier hablaran de su relación y lo hicieron. La grabación se la envió a la hija de Ardines y ella se la dio a la Guardia Civil cuando asesinaron al concejal.