El presidente de Melilla tacha de «injusta» e «irresponsable» su expulsión de Cs y no abandonará su cargo

Edmundo Bal sobre la expulsión del presidente de Melilla de Cs: «Los corruptos no nos duran ni 5 minutos en el partido»

El ministro de Política Territorial y Función Pública, Miquel Iceta (d), durante un encuentro con el presidente de la Ciudad Autónoma de Melilla, Eduardo de Castro González (i) EFE

EP

El presidente de la Ciudad Autónoma de Melilla, Eduardo de Castro, ha tachado de «injusta» e «irresponsable» la decisión de Ciudadanos (Cs) de expulsarle del partido porque «vulnera la presunción de inocencia» en los asuntos judiciales que asegura han emprendido contra él PP y Vox desde el inicio de su mandato en junio de 2019.

Además ha mostrado su intención de mantenerse en el cargo y ha pedido que se reconsidere el dictamen de la comisión de régimen disciplinario de Cs porque «puede acarrear un grave perjuicio a la estabilidad política de la Ciudad» después de que los populares hayan pedido a PSOE y CPM --los otros dos partidos de la coalición de gobierno en Melilla-- que cumplan el pacto antitransfuguismo y retiren su apoyo a Eduardo de Castro.

A través de un comunicado de prensa hecho público este sábado, 24 horas después de que Cs hiciera pública su decisión de expulsar al único diputado que tiene en Melilla y a su vez presidente de la Ciudad, Eduardo de Castro ha manifestado que estima que «la decisión adoptada responde a una actuación extemporánea, desmesurada y carente de toda lógica y que, además de injusta, cabe valorarse como irresponsable por parte de las siglas a las que defiendo y represento, pues podría acarrear un grave perjuicio a la estabilidad política de una Ciudad Autónoma con la que adquirimos un compromiso sincero de gobernabilidad hace apenas dos años, y en una situación extremadamente delicada como es la pandemia que estamos sufriendo».

Investigado por prevaricación y malversación

El presidente de Melilla deberá declarar en calidad de investigado el próximo 12 de mayo de 2021 ante el Juzgado de Primera e Instrucción número 5 por los presuntos delitos de prevaricación administrativa y malversación tras aceptarse una querella presentada por el PP por la presunta concesión «a dedo» de la gestión del nuevo centro de menores de Rostrogordo instalado a raíz de la crisis sanitaria del Covid-19 mientras la Fiscalía solicita al juzgado la imputación de Eduardo de Castro por presuntas irregularidades cometidas en la concesión del Servicio de Grúas de Melilla.

De Castro ha señalado que la resolución del comité de garantías de Cs de echarle del partido «no solo vulnera el derecho a la presunción de inocencia, sino que pretende simular que el momento procesal del caso al que mi propio partido alude y mi papel en él son algo muy lejano a la realidad, ya que en él que no se me imputa delito alguno por parte del juez», en referencia a la causa del servicio de grúas, donde aún no tiene el papel de investigado sino denunciado por la Fiscalía.

«Este caso es idéntico a otros en los que han intentado implicarme artificialmente en numerosas ocasiones desde mi toma de posesión como presidente de Melilla, en junio de 2019, con denuncias y querellas presentadas por el ex presidente Juan José Imbroda , el PP de Melilla y Vox, todas archivadas o sobreseídas, fruto de la estrategia de judicialización contra la gestión del Gobierno que presido por parte de la oposición», ha recalcado el presidente melillense, único diputado de Cs en la Asamblea, que gobierna con los ocho diputados de CPM y los cuatro del PSOE.

Bal sobre Castro

El candidato de Ciudadanos a la Presidencia de la Comunidad de Madrid, Edmundo Bal, ha sacad pecho este sábado de la expulsión del presidente de Melilla, miembro del partido, y ha asegurado que en su formación «los corruptos no duran ni 5 minutos».

«En nuestro estatuto existe un Comité de Garantías con independencia de otros órganos, no es la presidenta nacional, Inés Arrimadas, quien decide de forma arbitraria sin consultar a nadie», ha explicado tras una visita a Aranjuez y Chinchón, en relación la expulsión del presidente de la ciudad autónoma de Melilla, Eduardo de Castro, por incumplir las directrices del partido y por haber ocultado su condición de imputado en un procedimiento penal «de extraordinaria gravedad».

Sin interlocución con Cs desde 2019

La primera autoridad melillense ha subrayado que «en todas esas ocasiones, en mi afán de colaboración con la Justicia, he prestado declaración siempre que la autoridad judicial me lo ha requerido, y todos las denuncias y querellas de las que he sido objeto han concluido siempre en el archivo o sobreseimiento de las mismas».

Por ello, la decisión de expulsarle de Cs por no haber informado al partido de sus causas judiciales no le parece motivo suficiente porque asegura que el partido «no mantiene interlocución» con él desde 2019 (en junio de ese año desoyó la consigna de su partido de apoyar a la lista más votada, la del PP, como ocurrió en Madrid, Andalucía, Murcia y Castilla-León, y en cambio se postuló a la Presidencia de Melilla pese a ser la fuerza más minoritaria de la Asamblea).

«Me acusa de falta de comunicación hacia mi formación política, la cual no me ha brindado interlocución alguna desde 2019», ha apostillado, al tiempo que muestra su malestar porque «por razones que desconozco, (la resolución del comité de garantías) fue difundida a los medios de comunicación ayer a pesar ser datos confidenciales, según refleja la propia resolución y de que aún cabe recurso contra esta resolución».

Asimismo, ha añadido que en otras causas judiciales anteriores no recibió advertencia alguna, comunicación o incoación de expediente disciplinario por parte de Cs, «aun de habiendo sido igualmente difundidas por la prensa y no comunicadas por mí».

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