Preocupación entre los ganaderos por la escasez de cereales, procedentes en su mayor parte de Rusia y Ucrania

La onda expansiva de la guerra se extiende sobre toda la economía. Los ganaderos ya están en alerta. Al precio de la luz y la sequía, ahora se suma la escasez de cereales, necesarios para alimentar al ganado, y que en su mayor parte se importa de Rusia y Ucrania.Hace unos días, el estado del cielo era su máxima preocupación. Pero a la sequía se suma, ahora, la crisis del conflicto en Ucrania y la limitación de los fertilizantes. Su precio se dispara, justo cuando ya se empiezan a abonar los cultivos de regadío. Y las reservas escasean. Las consecuencias pueden ser fatales.Ucrania, también, es la principal despensa que alimenta a la ganadería española.Es la puntilla para un sector que ya estaba agonizando, tras varios meses de pérdidas por los elevados costes de producción. Unos daños colaterales que podrían replantear el modelo agroganadero actual.-Redacción-