PP y PSOE, en fuera de juego en Madrid a 9 meses de las urnas
Carmena anuncia su candidatura, sin que populares y socialistas tengan cabeza de lista
La intención de Manuela Carmena de presentar su candidatura a la reelección de la alcaldía de Madrid era un secreto «esperado» que la propia regidora confirmó ayer. El anuncio obliga ahora a la oposición a redoblar sus apuestas para plantar cara a la actual alcaldesa. La continuación de la antigua juez, que estará al frente de una plataforma nutrida de miembros de su gobierno de máxima confianza (muchos de ellos de Podemos) y profesionales independientes, deja en fuera de juego a PP y PSOE, que a nueve meses de los comicios locales aún no tienen oficializadas sus cabezas de lista.
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Ciudadanos celebrará sus primarias en enero, pero se da por sentado que se repetirá el tándem de 2015. Se prevé que la actual portavoz en el Ayuntamiento, Begoña Villacís, arrasará en la votación interna sin apenas obstáculos . También se considera un hecho que Ignacio Aguado repetirá como capitán de la formación naranja en la Comunidad de Madrid, puesto que su liderazgo se ha reforzado tras su papel durante la moción de censura a la expresidenta regional Cristina Cifuentes.
Baile de nombres
Con esta situación, por ahora, el único partido que ya tiene el cartel electoral completo es Podemos: con Íñigo Errejón a la cabeza de la Comunidad, y con la marca y el efecto arrastre de Carmena, cuya fuerza la formación morada se arrogará como propia en la capital.
La oficialización de la candidatura de Carmena ha pillado a la dirección nacional del Partido Popular en pleno proceso de realización de encuestas internas. Fuentes del partido aseguran que la decisión de Carmena anunciada ayer no altera lo «más mínimo» el «plan» y el «calendario» de su formación que, previsiblemente, dará a conocer sus nombres en octubre. El presidente del PP, Pablo Casado, se debate ahora entre apostar por candidatos con amplia experiencia como Ángel Garrido, actual presidente autonómico tras la renuncia de Cifuentes el pasado 25 abril, y José Luis Martínez-Almeida, vigente portavoz del Grupo Municipal Popular y sucesor de Esperanza Aguirre; o por nombres más mediáticos. Precisamente, en abril el candidato popular mejor posicionado para pugnarse con Carmena la alcaldía era el propio Pablo Casado . También la exvicepresidenta del gobierno de Mariano Rajoy, Soraya Sáenz de Santamaría, parecía sonar fuerte en las quinielas. Hoy, él es el presidente de la formación a nivel nacional y ella expresó ayer que abandona su carrera política.
Durante estos meses, la v orágine de acontecimientos y el baile de cargos han ido moldeando también el discurso de los posibles candidatos. Preguntado sobre si le gustaría postularse como alcaldable del PP, Martínez-Almeida, respondía en junio en una entrevista con ABC que no era el momento de ese debate . Sin embargo, ayer prefirió no despejar el asunto y deslizó sus intenciones: «Sería un honor ser el candidato del PP a la alcaldía si el presidente considera que soy el adecuado», afirmó.
Guiños a los socialistas
Más sencillo lo tuvo el exministro y actual portavoz del PSOE-M en la Asamblea de Madrid, Ángel Gabilondo, que fue confirmado como candidato a la Comunidad en junio, en un proceso de primarias irrisorio en el que él fue el único aspirante . Por el contrario, Purificación Causapié, la líder del Grupo Municipal Socialista en el Consistorio, no parece gozar de los mismos apoyos que Gabilondo.
El presidente Pedro Sánchez tiene en mente una terna para la capital. Según fuentes oficiales del partido, «por el momento» el paso adelante de Carmena no trastoca la hoja de ruta del PSOE: las elecciones primarias se celebrarán en noviembre. La dirección nacional también descarta la posible integración de sus concejales en la lista de Carmena, un guiño que la regidora lanzó ayer a los socialistas. «Aquí hay sitio para todas las personas, estén militando o tengan carné de lo que tengan . Estoy segura que habrá personas vinculadas al PSOE que les apetezca estar en esta plataforma», lanzó la alcaldesa. Sin embargo, el PSOE no está dispuesto a renunciar a sus siglas, a pesar de que eso pueda significar una debacle electoral.