El PP mantiene los puentes con el Gobierno pese al «peaje» pagado a Bildu
Bolaños llamó con urgencia a Esteban González Pons para retomar el diálogo sobre la renovación del CGPJ
El PP rechaza de plano la participación de Bildu en la comisión de secretos oficiales del Congreso , pero Alberto Núñez Feijóo no piensa mover ni un milímetro la línea que se ha marcado como presidente del principal partido de la oposición, para buscar el entendimiento con el Gobierno y ofrecer su apoyo en cuestiones de Estado. Mantendrá los puentes que está construyendo para comunicarse con el Ejecutivo, y que fueron derribados durante la etapa de Pablo Casado .
De momento, ante su mano tendida Feijóo solo está recibiendo como respuesta el desprecio del Ejecutivo , que ni siquiera ha considerado oportuno enviarle un acuse de recibo después de entregar a Sánchez su plan fiscal anticrisis . Pero el líder del PP no retrocede en su posición y persiste en su empeño para que el Gobierno se siente a hablar con el principal partido de la oposición sobre las medidas económicas que necesita España.
La prioridad de Sánchez es otra. El lunes por la tarde, Feijóo le envió un 'whatsapp' para informarle de que el interlocutor de Justicia sería Esteban González Pons , y el de Economía, Juan Bravo . En cuestión de minutos el ministro de Presidencia se puso en contacto con González Pons para retomar las conversaciones sobre la renovación pendiente del Consejo General del Poder Judicial. Fue solo una primera toma de contacto, y ambos acordaron mantener abierta esa línea de diálogo de forma discreta.
El Ejecutivo no mostró la misma celeridad a la hora de llamar al PP para hablar de sus propuestas económicas, a pesar de que el real decreto ley anticrisis se debate mañana en el Congreso. Hasta ayer por la tarde no se había producido ninguna llamada.
Ese espíritu constructivo con el que ha llegado Feijóo a la Presidencia del PP es compatible, según fuentes de su equipo cercano, con el rechazo frontal a que se abra la puerta a los herederos de Batasuna a los secretos del Estado. «Es otro capítulo triste en la historia del PSOE», sentencian en el PP. «Tener a Bildu fiscalizando la seguridad y los secretos del Estado es el peaje que paga España por la debilidad parlamentaria del presidente», lamentan. Fuentes de Génova precisaron que esa decisión afecta a la relación del Gobierno con los ciudadanos, no con el PP, que establecerá «diferencias» entre unos asuntos y otros.
Rechazo de Vox y Ciudadanos
Desde Vox y Ciudadanos también fue frontal el rechazo a la entrada en la comisión no solo de Bildu, sino también del resto de independentistas. El portavoz de Vox en el Congreso, Iván Espinosa de los Monteros , fue muy crítico con el papel de la presidenta de la Cámara Baja, Meritxell Batet , por promover una resolución para modificar la mayoría necesaria para ser diputado en dicha comisión.
Irónicamente, Espinosa de los Monteros pidió un minuto de silencio por Montesquieu, el padre de la división de los poderes del Estado, tras «rematarlo» la dirigente socialista siglos después de su muerte. Inés Arrimadas , líder de Ciudadanos, tachó el cambio de «arbitrario e irresponsable» y anticipó su oposición.
En la tarde de ayer, la formación que preside Santiago Abascal emitió un comunicado en el que manifestaba el voto contrario en la Mesa y en la Junta de Portavoces a la resolución de la presidenta del Congreso, a quien acusó de llevar a la Cámara Baja a una situación de «sumisión» a las «componendas y maniobras del Gobierno ». Por estar «rendida» a los intereses del Ejecutivo, Vox volvió a exigir su dimisión.
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