El PP ficha al líder de Ciudadanos en el País Vasco y avanza hacia la absorción total del partido
El objetivo de Génova, una sola 'papeleta' en toda España en las municipales y autonómicas de 2023
La maquinaria de Génova para absorber lo que queda de Ciudadanos (Cs) sigue funcionando a pleno rendimiento. Este jueves se ha confirmado el último fichaje que pasa a engrosar las filas del Partido Popular , el líder del partido de Inés Arrimadas en el País Vasco, Luis Gordillo . El traspaso, cuando solo han transcurrido 15 meses de legislatura autonómica, se ha interpretado en Ciudadanos como un acto claramente hostil de su socio, hasta el punto de hacer tambalear el acuerdo de coalición electoral que sellaron ambos partidos en las autonómicas vascas de 2020.
El PP firmó un acuerdo con Ciudadanos en el País Vasco a principios de 2020 para presentarse unidos en una sola lista a las elecciones autonómicas de ese año. La decisión recibió críticas internas en un sector del PP, ya que Ciudadanos no tenía prácticamente implantación en esa región y lo veían innecesario. De hecho, en las autonómicas de 2016 este partido sumó 21.400 votos, con cero escaños, mientras que el PP superó los 107.000 votos, con nueve diputados en el Parlamento vasco. Desde Génova se justificó la coalición como muestra de 'generosidad' hacia Ciudadanos, para favorecer la unión en otros territorios, con el sueño de España Suma como telón de fondo. La realidad es que las elecciones vascas de julio de 2020 fueron un fiasco para el PP, y pusieron en el mapa a Ciudadanos. La coalición PP+Cs se quedó en 60.000 votos, con seis escaños, de los cuales dos eran de Ciudadanos, uno de ellos el de Luis Gordillo, que siempre ha mantenido muy buena relación con los populares y abogó por la alianza desde el principio.
La 'operación Gordillo' ha estado guiada desde Génova por el secretario general del PP, Teodoro García Egea , y el que fuera secretario de Organización de Ciudadanos Fran Hervías , el primer gran fichaje que hicieron los populares procedente de la época de Albert Rivera . En el País Vasco, el presidente regional del partido, Carlos Iturgaiz, fue el enlace para captar a Gordillo. En la dirección nacional del PP están plenamente satisfechos con la nueva incorporación, que no será la última. «Seguimos adelante», comentan.
Fuentes de Génova confirman a ABC que el objetivo es que haya una sola papeleta en las elecciones municipales y autonómicas de mayo de 2023 . «Ya no tiene sentido que haya dos candidaturas distintas», subrayan. El secretario general de los populares no oculta su intención de consumar la absorción total de Ciudadanos, para evitar que el centro-derecha vuelva a presentarse fragmentado en tres partes en próximas elecciones.
Convención nacional
En el PP relacionan el fichaje de Gordillo con la convención nacional y el discurso de Casado del pasado domingo en la plaza de toros de Valencia : «Esta ha sido la primera consecuencia». El que fuera líder de Ciudadanos comunicó este miércoles su baja a su partido y después confirmó a Carlos Iturgaiz su decisión de incorporarse a las filas populares. El grupo parlamentario en la Cámara vasca donde conviven ambos partidos no cambiará, ahora con cinco diputados del PP y solo uno de Ciudadanos, José Manuel Gil . En el partido de Casado e Iturgaiz ven difícil que este siga los pasos de su compañero y acabe en el PP.
La operación, recibida con furia en Cs, evidencia por otra parte el escaso margen de maniobra de la dirección de Inés Arrimadas. Su portavoz, Edmundo Bal , ha cargado este jueves desde el Congreso contra una actuación que ha tachado de «francamente lamentable», pero ante la que su partido, a efectos prácticos, no hará nada.
Bal ha confirmado que la coalición PP+Cs seguirá funcionando para hacer frente común al nacionalismo, aunque el equilibrio en la misma haya cambiado. El diputado y vicesecretario general de Cs ha vuelto a denunciar una «opa hostil» perpetrada por su excompañero Hervías y ha acusado al PP de «equivocar el objetivo».
El abogado del Estado de Cs ha criticado que los populares, uno de los dos grandes partidos de España, abandonasen el pacto antitransfuguismo para actuar con impunidad y nutrirse de «tránsfugas» sin reparos. Una crítica compartida en Cs Euskadi, donde han tildado lo sucedido como «un oscuro episodio» en su relación con el PP.
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