El PP exige la dimisión de Calviño por su sociedad opaca
Calviño niega la mayor y vuelve a acusar a ABC de «tergiversación»
La información publicada por ABC sobre el uso que la ministra de Economía, Nadia Calviño, realizó de una sociedad opaca, creada mediante dos testaferros en el año 2000 junto a su marido, y con la que eludió el pago de impuestos, fue el arma que el Partido Popular esgrimió ayer en el Congreso para exigir al Gobierno su cese.
El portavoz de Economía del grupo parlamentario popular, Javier Ruano, que interpelaba ayer a Calviño en la sesión de control al Gobierno en la Cámara Baja sobre los Presupuestos, utilizó su intervención para echarle en cara el «escándalo» destapado por este diario y advertirle de que «no tiene talla para estar en el Gobierno». «Un medio nacional ha recogido en sus páginas que usted ocultó la constitución de una sociedad instrumental a través de dos testaferros para evitar el pago de impuestos», expresó Ruano, que además puso en duda su capacidad para gestionar el proyecto de las cuentas. «Además, hoy Bruselas le saca tarjeta roja por poner en riesgo la estabilidad presupuestaria de España», continuó.
Sin explicaciones
La titular de Economía acusó al popular de estar «muy mal informado» y negó tajantemente tener una sociedad. «Los asuntos que inventa el medio que usted menciona no son más que tergiversaciones de hechos que son públicos e irreprochables», expresó Calviño, que dio por zanjado el tema sin aclarar las dudas en torno a sus irregularidades fiscales. La ministra no es actualemente responsable de la empresa pantalla –de Aldael Consultores SL–porque causó baja como administradora solidaria en 2004. Pero curiosamente fue su hermano quien la relevó. Por ello, ABC se puso en contacto con fuentes oficiales del Ministerio de Economía, que rechazaron explicar qué hizo con sus acciones posteriormente y por qué utilizó la sociedad para comprar su vivienda unifamiliar en Mirasierra (Madrid).
Ante la falta de explicaciones, Ruano acusó a Calviño de haber «ocultado información» que le «habría incapacitado» para ejercer como ministra y le advirtió de que forma parte de «la historia negra del Gobierno del señor Sánchez» al engrosar la «larga lista» de ministros socialistas que deberían haber dimitido.
Ruano pidió su cese apoyándose así en el listón ético establecido por el presidente del Gobierno cuando era líder de la oposición. «Si yo tengo en la ejecutiva federal de mi partido, en mi dirección, a un responsable político que crea una sociedad interpuesta para pagar la mitad de los impuestos que le toca pagar, esa persona al día siguiente estaría fuera de mi ejecutiva», expresó Sánchez, en una entrevista en 2015.
Presión de PP, Cs y socios
Desde que se desveló el asunto, el Partido Popular, Ciudadanos y hasta Podemos apretaron a Sánchez para que la ministra rompiera el mutismo gubernamental al que ha acostumbrado el Gobierno socialista en cada una de sus crisis desde que llegó a La Moncloa. El lunes la presión de los tres grupos hizo a Calviño asumir que debía comparecer.
El presidente del PP, Pablo Casado, le pidió a Sánchez que asistiera al Congreso para explicar su doble vara de medir entre lo que exige a sus adversarios políticos y lo que exige a su Gabinete. La portavoz nacional de Cs, Inés Arrimadas, apuntó que no era «un caso aislado» y sugirió que el jefe del Ejecutivo había hecho «una selección de los que menos impuestos han pagado en este país». Incluso Podemos denunció «la falta de transparencia y de explicaciones» del PSOE y exigieron que la ministra compareciera a petición propia.
Calviño declaró a principios de semana, a la salida de la reunión del Eurogrupo, en Bruselas, que «siempre» está dispuesta a comparecer. No obstante, no manifestó ni fechas ni modalidades concretas para hacerlo. Y tampoco lo hizo ayer durante su turno en el Pleno.
Así las cosas, la responsable de la cartera de Economía ha negado la mayor y solo se ha referido al asunto en dos ocasiones: en ambas ha acusado a ABC de «tergiversar la información pública» y de querer aumentar la «crispación». Eso sí, en ninguna ha aportado información que demuestre lo contrario.