El PP exhibe cohesión frente al «ejército de Pancho Villa» de Podemos

Cospedal aguarda «tranquila» su renovación como «número dos» del partido

María Dolores de Cospedal, ayer, en el Senado ÁNGEL DE ANTONIO
Itziar Reyero

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María Dolores de Cospedal aguarda con pulsaciones bajas el XVIII Congreso Nacional del PP de este fin de semana en Madrid. «Nos va a salir redondo», aseguró la semana pasada, muy sonriente, en un corrillo con periodistas sobre un cónclave del que, reconoció ayer, no saldrán «grandes titulares». La cita servirá de aclamación de Mariano Rajoy tras haber logrado consolidar el Gobierno. Y también del refrendo personal de la ministra de Defensa al frente de Génova, que llega reforzada tras su hábil gestión de la última crisis por el Yak-42.

El PP exhibirá cohesión y paz interna en contraste con la guerra desatada en Podemos, que celebra su congreso en Vistalegre. Cospedal comparó el oasis interno en el que vive el PP con la lucha fraticida en Podemos, al que denominó «el ejército de Pancho Villa» , que se reunirá «a siete kilómetros de distancia» de la Caja Mágica, epicentro del congreso popular. Es la misma metáfora que utilizó cuando tuvo que frenar, tras el naufragio electoral del PP en mayo de 2015 , la rebelión interna de varios barones que exigían a Génova cambios urgentes y la convocatoria de congresos extraordinarios. «Esto no es el ejército de Pancho Villa», dijo, en una entrevista en ABC donde apostaba por la “autocrítica” de la dirección nacional tras el batacazo electoral, pero se negaba a someterse a un “harakiri”.

Un año y nueve meses después, el PP celebrará su cónclave tranquilo. «Tenemos un candidato indiscutible e indiscutido» , les dijo ayer Cospedal al grupo del PP en el Senado. Fue una reunión a puerta cerrada en la que la secretaria general mostró sus galones. Pocos discuten el liderazgo interno de Cospedal , que mantendrá el Ministerio y la Secretaría General de Génova.

Rajoy la refrendará el sábado acallando así a quienes cuestionaron que pudiera compaginar ambos puestos. «Cospedal acredita méritos suficientes para desempeñar con éxito más de una tarea política», zanjó en enero el líder del PP. Ella, que ha optado por el silencio en estos meses, se muestra fuerte y con el respaldo absoluto del presidente. «Los que te critican lo van a hacer siempre, hagas lo que hagas», recuerda. En su entorno se subraya el «sinsentido» que supondría desplazar ahora a Cospedal cuando «lo peor ha pasado». Génova respira tranquila tras una larga etapa de escándalos por corrupción y pérdida de apoyo electoral.

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