PP, Ciudadanos y Vox unen sus fuerzas para frenar la «traición» de Sánchez

Pablo Casado pide a todos los constitucionalistas que participen en la protesta de la Plaza de Colón el domingo a las 12 para exigir elecciones

El presidente del PP, Pablo Casado EFE

Pedro Sánchez consiguió ayer que las tres formaciones nacionales del centro derecha se unieran para salir a la calle y protestar con una sola voz contra lo que consideran un acto de «alta traición» del presidente del Gobierno, al consentir la existencia de un mediador, o «relator», en una mesa de diálogo con los separatistas catalanes. Pablo Casado y Albert Rivera expresaron su repulsa y convocaron un acto de protesta en la Plaza de Colón de Madrid, el próximo domingo a las 12.

El líder del PP llamó después por teléfono al líder de Vox, Santiago Abascal , para invitarle a participar en la concentración, y la aceptación fue inmediata. El nuevo partido confirmó en las redes sociales que se unía a la «gran movilización» del domingo en Colón. «Hay que echar a este Gobierno traidor que está preso de los golpistas», escribió Abascal.

Casado también llamó a otros líderes de partidos constitucionalistas, como UPN, Coalición Canaria, PAR y Foro Asturias , así como a organizaciones de la sociedad civil y de víctimas del terrorismo, para hacerles partícipes de la protesta contra el presidente socialista y su «humillación» ante los golpistas, y exigir juntos su dimisión y unas elecciones.

A primera hora de la mañana, Casado anunció, a través de una entrevista a la agencia Efe, que no descartaba «nada contra Sánchez por su alta traición a España» . El aviso se producía después de que el día anterior la vicepresidenta del Gobierno, Carmen Calvo , confesara las intenciones reales del Ejecutivo, al aceptar la figura de un mediador, o «relator», en sus negociaciones con los separatistas. El líder del PP decidió cancelar su viaje a Atenas, donde entre hoy y mañana se iba a reunir con el resto de líderes del Partido Popular Europeo. Entre las medidas que Casado se plantea tomar se incluyen movilizaciones, una petición de comparecencia del presidente y una moción de censura , aunque Ciudadanos se encargó de enfriar esta última opción, al considerar que no hay votos suficientes.

Un equipo de trabajo, con los secretarios generales, analiza el manifiesto y la unificación de banderas

Los populares esperaron a escuchar a Carmen Calvo, quien se había visto obligada a convocar una rueda de prensa en La Moncloa para tratar de aclarar la postura del Ejecutivo. En realidad, el PP vio confirmados sus peores presagios, por lo que pasó a la ofensiva. Desde Cuenca, donde participó en un acto con simpatizantes y militantes del partido, Casado tachó de «ilegítimo» y «felón» a Sánchez , le acusó de ser un presidente «chantajeado» por los golpistas y de ser un «mentiroso compulsivo», y anunció la convocatoria de una concentración el domingo en la Plaza de Colón de Madrid, para protestar contra el presidente del Gobierno y exigirle «que se cumpla la ley y no se siga humillando al país».

Casado estuvo toda la mañana en contacto con el líder de Ciudadanos, Albert Rivera , a través de WhatsApp. Ambos coordinaron la movilización del domingo, para ir unidos a la protesta «cívica». Al mismo tiempo, el secretario general del PP, Teodoro García Egea , registró la solicitud de la concentración ante la Delegación del Gobierno, con esta motivación de urgencia: «Ayer, martes 5 de febrero, conocimos por los medios de comunicación que el Gobierno de la Nación ha aceptado la presencia de negociadores en relación con la Generalitat de Cataluña. Este acuerdo supone un hecho inédito y sin precedentes en nuestra democracia que genera un profundo malestar en el conjunto de los españoles y exige una muestra urgente de repulsa y rechazo a dicho acuerdo». La solicitud de Ciudadanos llegó diez minutos después.

El PP, Ciudadanos y Vox crearon un equipo de trabajo, formado por los tres secretarios generales y otros dirigentes, como Javier Maroto (PP) o Fernando de Páramo (Cs), para preparar todos los detalles de la movilización. Fuentes populares explicaron que quieren evitar que haya simbología partidista en Colón: solo quieren banderas de España, y nada de globitos de colores de los partidos ni nada parecido, algo que comparte Cs.

Pablo Casado

«Sánchez está deslegitimado para seguir al frente del Gobierno de España. Cada día que pasa es un escarnio»

«El presidente del Gobierno está cometiendo un acto de felonía, está siendo un felón contra la propia dignidad de un país»

Además, el equipo de trabajo está analizando ya un posible manifiesto, que se leería al final de la concentración. Los secretarios generales están viendo quién debería hablar, y si se deja el protagonismo a la sociedad civil. El PP ha solicitado el espacio para la concentración desde las 11, pero la protesta empezará a las 12 y durará hasta las 14 horas.

Jornada de «urgencia»

El clima político en el Congreso recordó al de los peores momentos del «procés» y en Ciudadanos afrontaron el día de ayer como una jornada de excepcionalidad. Rivera compareció dos veces ante los medios de comunicación en menos de tres horas. Si a primera hora del día advirtió de que Sánchez se ha convertido en «un problema para los españoles» , pero se conformó con exigir su asistencia al Congreso para «dar la cara» y explicar sus cesiones al separatismo; pasado el mediodía, tras una reunión de «urgencia» de su Ejecutiva vía teleconferencia, clamaba por un «frente cívico» para «frenar» a Sánchez .

Fuentes de la dirección de Cs admiten que esperaban una rectificación de Calvo en su comparecencia en Moncloa, pero que al comprobar cómo se reafirmaba en la posición del Gobierno no les quedaba otra que aunar una posición común para responder al «fraude a los españoles». «Si Sánchez no escucha en las instituciones, nos escuchará en la calle», resumió Rivera en la Cámara Baja, desde donde pidió a votantes de Cs, PP, PSOE y «otros partidos» que se movilicen este domingo para gritarle al presidente del Gobierno «basta ya».

Cs percibe las palabras de la vicepresidenta como la constatación de que existe un pacto oculto entre el Gobierno y los separatistas, y que las enmiendas a la totalidad de los independentistas solo son «parte de una trama» para «engañar» a los ciudadanos. Rivera cargó contra la negociación de «privilegios, indultos e injerencias en la Justicia», y, aunque no mencionó a Vox, fuentes del partido dijeron que no serán «sectarios» y que buscarán la mayor unidad, como la que se logró en las manifestaciones de Barcelona.

Albert Rivera

«Si no frenamos a Sánchez en los debates, a los que no va a asistir, habrá que frenarlo en las calles. Nos escuchará en las calles y en las urnas»

«Sánchez es un peligro para España, demuestra que no tiene escrúpulos y es capaz de vender nuestro país»

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