El PP acusa a Delgado de ser una «fiscal patriótica» al servicio del PSOE

García Egea cree que el Gobierno está intentando «tapar algo» sobre las manifestaciones del 8-M

Teodoro García Egea y Pablo Casado EFE

Mariano Calleja , Gregoria Caro y Juan Casillas Bayo

El nombramiento de la exministra socialista Dolores Delgado como fiscal general del Estado se considera en el PP como uno de los mayores escándalos protagonizados por Sánchez. Después de los últimos movimientos de Delgado, todos favorables al Gobierno y a sus socios, el principal partido de la oposición salió en tromba para descalificar la actuación de la fiscal general y subrayar su dependencia del PSOE. El secretario general del PP, Teodoro García Egea , acusó a Delgado de ser una «fiscal patriótica» al actuar al servicio del Partido Socialista. A su juicio, es evidente que el Gobierno de Sánchez está intentando «tapar algo» sobre las manifestaciones del 8-M.

El número dos del PP resaltó la «carencia de legitimidad de origen» que tiene la fiscal. Recordó que fue nombrada tras ser candidata del PSOE en las elecciones y hacer campaña activa a su favor : «Esto supone un enorme quebranto a la neutralidad que se supone debe presidir la actuación de la Fiscalía».

También el portavoz del PP, Pablo Montesinos , denunció que el Gobierno está «erosionando» las instituciones públicas tras conocerse la petición de la Fiscalía de archivar la causa contra el delegado del Gobierno en Madrid y de cambiar de criterio en el juicio contra Trapero.

Fuentes populares comentaron que Delgado «ya ejerce de ministra número 24 de Sánchez al frente de la Fiscalía» . «Una socialista defiende a otro socialista: concurrieron juntos a las elecciones por las mismas listas del PSOE. Dolores Delgado como número 5 y José Manuel Franco, de 3. Y se tiene que notar», señalan desde Génova. En las filas del PP se recuerda cómo Sánchez admitió en RNE que su objetivo era «controlar» la Fiscalía, y por eso situó a Delgado en ese puesto, una ministra socialista «reprobada tres veces por el Congreso».

El Gobierno aprovechó el lance para atizar a la oposición. Preguntada ayer por esta cuestión, la ministra portavoz, María Jesús Montero, defendió la «independencia» de la Fiscalía. «Es un órgano que actúa con total autonomía e independencia», dijo Montero, que culpó acto seguido al PP de generar «ruido permanente» para «tumbar» al Gobierno. «Detrás de eso lo que se esconde es un objetivo único que es intentar derrocarlo», abundó.

Intereses «espurios»

Por su parte, Vox solicitó ayer la personación en la causa que sigue el Juzgado de Instrucción número 51 de Madrid. «Pretendemos que se esclarezcan los hechos presuntamente delictivos y se depure hasta la ultima responsabilidad», expresó la secretario general del grupo parlamentario de Vox, Macarena Olona . «Aunque el Gobierno intente tener a la Fiscalía al servicio de sus intereses espurios, con la presencia de vox la causa continuaría si su señoría ve indicios de criminalidad», siguió.

Un día después del apoyo cerrado de Edmundo Bal a la Fiscalía —por su petición de condena por sedición al mayor Josep Lluís Trapero—, la sospecha se instaló ayer en el seno de Ciudadanos (Cs) . En el partido de Inés Arrimadas se preguntan por qué la Fiscalía ha solicitado ahora el sobreseimiento de la causa contra el delegado del Gobierno en Madrid y ni tan siquiera ha esperado a escuchar al investigado. Aunque en público de momento apuestan por la prudencia, fuentes de Cs consultadas por ABC sí reconocen en privado que el paso emprendido por la Fiscalía resulta cuanto menos raro.

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