Dos policías confirman que volcaron un móvil y una tablet de Bárcenas sin control judicial
García Castaño declaró que dio ese contenido al Secretario de Estado de Seguridad
Los dos policías de la Comisaría General de Información que participaron junto al exjefe de la Unidad Central de Apoyo Operativo Enrique García Castaño en el volcado de un móvil y una tablet del extesorero del PP Luis Bárcenas han explicado este lunes como testigos en la Audiencia Nacional que el proceso se hizo con prisas en una cafetería y sin que mediase autorización judicial alguna. Tampoco quedó constancia de lo practicado en ningún registro ni se levantó acta alguna.
Según informan en fuentes jurídicas a ABC, en la cita participó además de García Castaño el confidente de la trama, el chófer de Luis Bárcenas Sergio Ríos, que se presentó en el Vips donde les habían convocado con dos dispositivos en una bolsa de plástico. En aquel momento, no sabían que se trataba de él como tampoco sabían que los aparatos eran de Bárcenas. En este sentido, ambos han coincidido en que se trataba de un teléfono móvil y un iPad, si bien este último dato les generaba dudas.
Conforme su relato, del que ya dieron cuenta en sede policial, procedieron allí mismo a volcar el contenido de los dispositivos y lo hicieron con un software avanzado que puede acceder a la información sin necesidad de que los dispositivos estén siquiera encendidos.
De lo que hiciera después con ese contenido García Castaño, poco han podido aportar porque según han afirmado, su papel acabó ahí: no entregaron el pendrive con el volcado al entonces secretario de Estado de Seguridad, Francisco Martínez y si bien conocían que se había comprado un ordenador portátil para él y participaron en la instalación del mismo, no lo relacionan en nada con la operación Kitchen.
En concreto, han señalado que se les encomendó preparar aquel portátil con un software específico pero al margen de este o cualquier otro operativo policial.
El pendrive
Este asunto es clave en la investigación de la operación Kitchen y fue el propio García Castaño el que proporcionó los datos y hasta la identificación de los policías que ahora han acudido como testigos. Según su relato, en el contexto de aquella investigación a Bárcenas el confidente, es decir, su chófer, consiguió hacerse con unos terminales ya en desuso y sobre la marcha y con ayuda de estos dos agentes de Información, volcaron su contenido. Luego, los devolvieron a su origen.
García Castaño aseguró que el resultado acabó en un pendrive que él mismo entregó a Martínez para que lo consultase en el mencionado ordenador, que servía no sólo para acceder a información de Kitchen sin conexión a la red y sin dejar huella, s ino también para otro tipo de datos que le iban facilitando. Martínez siempre ha negado haber recibido o consultado información sobre la Kitchen y ha venido defendiendo que su conocimiento del operativo, que siempre presumió legal, era puntual y limitado.