Las polémicas que persiguen a Simón: de la negación de la pandemia al enfrentamiento con los médicos

Las peticiones de rectificación e, incluso, dimisión, se acumulan ya a las espaldas del director del Centro de Coordinación de Alertas y Emergencias Sanitarias

ABC

Las peticiones de rectificación e, incluso, de dimisión , se acumulan ya a las espaldas del director del Centro de Coordinación de Alertas y Emergencias Sanitarias, Fernando Simón . Tanto que este mismo lunes el ministro de Sanidad, Salvador Illa, ha tenido que salir en su defensa. «Es un servidor público ejemplar», ha dicho. Unas declaraciones forzadas por la petición de dimisión del Consejo General de Colegios de Médicos (CGCOM) realizada este fin de semana. Los médicos esgrimían dos motivos: su «incapacidad manifiesta y prolongada durante la evolución de la pandemia» y unas declaraciones que vertió el jueves sobre los contagios entre profesionales sanitarios.

En concreto, las palabras que han motivado esta última polémica se refieren a que Simón aseguró el jueves que el descenso de casos detectados entre los sanitarios «no es una cuestión de material únicamente», sino de otros factores, como una menor saturación de los hospitales y también «un aprendizaje de los profesionales»; además de «obviamente, mejores comportamientos de toda la población, incluidos los profesionales sanitarios cuando están fuera de su trabajo , (lo que) reduce riesgos de que se infecten fuera y luego lleven la infección a su entorno laboral».

Unas palabras que no han sentado bien al colectivo y que se suman ya a otras polémicas, como la que denunció el Consejo General de la Enfermería (CGE) hace apenas dos semanas, después de que el epidemiólogo participara en una charla en streaming con dos hermanos escaladores. «Fernando, no nos ha quedado muy claro si te gustaban las enfermedades infecciosas o las enfermeras infecciosas», preguntaba uno de los hermanos Pou. Simón respondía: «No les preguntaba (a las enfermeras) si eran infecciosas o no, eso se veía unos días después» .

A ella se suman otras, como cuando en mayo respondió, preguntado por el desfase en la cifra de fallecidos que no se podía saber si se debía «a un accidente de tráfico enorme» . O la negación del riesgo de acudir a la manifestación del 8 de marzo o incluso de la pandemia a escasos días del estado de alarma: «España no va a tener, como mucho, más allá de algún caso diagnosticado. Esperamos que no haya transmisión local. Si la hay, será muy limitada y muy controlada», dijo el 19 de marzo. También está su aparición en un programa de televisión en plena escalada de los contagios en septiembre o sus negativas a proporcionar los datos de las personas que asesoran al Gobierno en la toma de deciones.

No obstante, no solo han estado bajo el foco las palabras de Simón, sino también su gestión . Varios grupos de científicos le han pedido ya en reiteradas ocasiones una «auditoría externa » para evaluar la gestión de la pandemia en España, así como que su departamento mejore los datos que publica.

La de este fin de semana no es la primera petición de dimisión del epidemiólogo. Además de los médicos y las enfermeras, también lo han hecho partidos políticos como PP y Vox , que han pedido su cese, e incluso la Mesa de Turismo pidió la dimisión de Simón el pasado mes de julio, en plena polémica por las recomendaciones en contra a viajar a España que estaban ya realizando algunos países de Europa. El responsable entonces aseguró que era mejor que los ciudadanos de Bélgica no vinieran a España porque era un «riesgo que nos quitan».

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