Las polémicas del Ministerio de Igualdad de Aído que quiere recuperar Sánchez

Bibiana Aído se convirtió en la ministra más joven de la Democracia (31) al frente del Departamento que duró apenas dos años y desde donde soltó expresiones como «miembras»

Bibiana Aído en una imagen de 2009 DE SAN BERNARDO

ABC.ES

Según señalaron la semana pasada los representantes de colectivos y expertos en materia de violencia de género con los que se reunió Pedro Sánchez , el que pretende ser el próximo líder del Ejecutivo, pretende instaurar de nuevo el Ministerio de Igualdad . Fue el gobierno socialista de José Luis Rodríguez Zapatero el primero en incluirlo tras su victoria en las urnas en marzo de 2008. El Departamento, presidido entonces por Bibiana Aído, se suprimió en octubre de 2010 tras la remodelación del gobierno y sus competencias pasaron al Ministerio de Sanidad, Igualdad y Política Social.

La que fuera la ministra más joven de la democracia, Aído (con 31 años cuando accedió al cargo) fue también una de las más polémicas . Entre sus frases lapidiarias y más recordadas, aquella en la que hizo referencia a las «miembras» del gabinete que andaba preparando. Más tarde diría que se trató de un lapsus, aunque la palabra ya ha pasado al imaginario popular.

Al acceder al puesto, prometió que las leyes se basarían en Igualdad y de Violencia de Género (ya vigentes) y en la redacción de una futura ley de igualdad de trato. Además, se encargó de impulsar la reforma de la ley del aborto , aprobada por el Congreso el 17 de diciembre de 2009 y que situaba en los 16 años la mayoría de edad necesaria para decidir la interrupción del embarazo y liberalizar el aborto hasta las 14 semanas. Respecto al feto , dijo que se trata de «un ser vivo, claro, lo que no podemos hablar es de ser humano porque eso no tienen ninguna base científica». La Real Academía de la Lengua, tuvo que dar un tirón de orejas y le puntualizó que un feto es «ser» «porque existe» y «humano» «porque procede del hombre y no del mono o del caballo».

Al año siguiente de llegar al recién creado Ministerio, en 2009, fueron asesinadas 55 mujeres por violencia de género, veintiuna menos que el año anterior (el más trágico desde el que hay estadísticas). A finales de ese año impulsó un servicio telefónico de orientación a los hobres para que los agresores canalizaran «su agresividad» así como pudieran «resolver cuestiones sobre sexualidad, conflictos de pareja, salud sexual...». Por otra parte, el servicio telefónico de información y asesoramiento jurídico a mujeres amplió su atención a 42 idiomas para poder atender también a inmigrantes.

Su final de mandato coincidió con la polémica de la prohibición del velo islámico en espacios públicos en algunos municipios. Puso en serios apuros al Gobierno al criticar que los hombres musulmanes que residen en España pudieran vestir de manera «occidental» mientras que las mujeres deben llevar «vestidos largos que les tapen el cuerpo» y el velo islámico, lo que considera una situación discriminatoria. Para la ministra, «no todas las prácticas culturales no tiene que ser protegidas y respetadas» y aquellas que vulneran los derechos humanos y promuevan la desigualdad de las mujeres deben ser criticadas, y además «se deben arbitrar los elementos necesarios para contribuir a eliminarlas». De este modo, abogó por acercarse y conocer otras culturas, pero censurando «las prácticas culturales que son lesivas para los derechos de las mujeres».

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