Podemos se queda fuera de la reforma para prohibir cortes de luz a los más vulnerables

Ciudadanos se suma al acuerdo, pero tensa su relación con el Gobierno, que primó al PSOE en los contactos

Íñigo Errejón y Pablo Iglesias EFE
Víctor Ruiz de Almirón

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Amenaza con ser habitual a lo largo de la legislatura. El Gobierno privilegia al PSOE en las negociaciones fundamentales, Ciudadanos protesta para finalmente sumarse al acuerdo y Podemos se queda fuera. Así se fraguó el relato del acuerdo que el Ejecutivo ha cerrado con los socialistas y los de Albert Rivera para modificar el artículo 52 de la ley del sector eléctrico y prohibir los cortes de suministro a las familias en situación vulnerable.

El ministro de Energía, Álvaro Nadal , aseguró ayer miércoles en el Congreso que el proceso para consolidar estas modificaciones legales arrancará esta misma semana. «Hay buenas posibilidades de que este decreto sea aprobado en el Consejo de Ministros de este viernes», apuntó. Será el comienzo de un desarrollo reglamentario en el que se conocerán los detalles concretos del texto. Según apuntó el ministro, será durante los próximos tres meses, una vez convalidado el decreto ley, cuando se establezcan de forma concreta las limitaciones a los cortes de luz. Nadal también apeló ayer a la «generosidad» de ayuntamientos y comunidades para que asuman el coste del impago de los hogares más vulnerables a través de sus servicios sociales.

Será durante este desarrollo en el que se defina cuál es el nivel en el que se establece la vulnerabilidad. Vendrá determinado por el nivel de renta, algo que Ciudadanos se atribuye como una de sus aportaciones. Los partidos daban ayer por seguro que la norma estaría vigente a partir de primavera y que tendría vocación permanente, y no como inicialmente lo planteaban los partidos de la oposición, que urgían al Gobierno a legislar contra el corte de suministro en invierno.

La protesta de Ciudadanos

Esta reforma, promocionada inicialmente como un acuerdo entre el Gobierno y el PSOE, ha servido para reabrir las heridas entre los dos bloques ideológicos del parlamento. Por un lado provocó el enfado de Ciudadanos con el PP. Los de Rivera volvieron a quedarse en una posición incómoda, igual que sucedió en las negociaciones del techo de gasto, cuando los populares priorizan la negociación con los socialistas. Por eso, la portavoz adjunta de Ciudadanos, Melisa Rodríguez , acusó al ministro de «mentir» en unas declaraciones a primera hora del día en la que aseguraba que no habían recibido aportaciones de sus socios de investidura. «Que abra el correo electrónico», señalaba en los pasillos del Congreso Albert Rivera.

En su comparecencia del mediodía Nadal sí trató de igual a igual a PSOE y Ciudadanos, asegurando que se incluirían «aportaciones» de ambos en el articulado del decreto. Pero sus explicaciones no calmaron los ánimos de Ciudadanos. Rodríguez señaló que la actitud era un reflejo de intentar resucitar «un bipartidismo rancio». Concedió que «más vale tarde que nunca» pero que el Gobierno llega al acuerdo «arrastrando los pies».

En el lado izquierdo del tablero, el PSOE recurrió una vez más a su oposición «útil» frente a Podemos , que se queda fuera, al menos por ahora, de la reforma en uno de los temas estratégicos del partido. El ministro aseguró que Podemos no le remitió ninguna propuesta concreta para incorporar al articulado del decreto. Desde la formación morada le recordaron que el Congreso aprobó una moción a iniciativa suya a este respecto. El diputado Rafael Mayoral criticó que no se conozcan más detalles del acuerdo y lo tildó de «chanchullo» y «paripé».

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