Podemos ve las elecciones como una segunda vuelta y cuenta con pasar al PSOE
Confía en que el voto se polarice y resta importancia a que baje la participación

Aunque delante de las cámaras Podemos sigue haciendo llamamientos al PSOE para que abandone a Ciudadanos y acepte pactar un Gobierno bicolor, a puerta cerrada la formación morada tiene echadas ya las cuentas para las próximas elecciones generales. Y sus cálculos son cualquier cosa menos pesimistas. Fuentes de la dirección del grupo cercanas al líder, Pablo Iglesias, explican que su estrategia electoral parte de ver los nuevos comicios no como tales, sino como una segunda vuelta de la votación del pasado 20 de diciembre . En los sistemas de elección en dos tiempos el voto se polariza, prosiguen, y por tanto la convicción de la formación morada es que los votantes españoles tenderán a escoger entre las dos opciones más distantes ideológicamente: el PP y Podemos. De esta manera, anticipan que el PSOE perderá su lugar como principal alternativa de la izquierda y será desbancado por la formación morada.
Fracaso de los políticos
Esta cuenta es casi una certeza ahora mismo entre los más cercanos a Iglesias, que no comparte al cien por cien el número dos del partido, Íñigo Errejón . Fuentes cercanas a este admiten que «los cálculos no son tan sencillos» y que una inédita repetición de elecciones «puede salir por cualquier lado» . De hecho, el equipo de Iglesias está pasando por alto varios aspectos que hacen que si las elecciones se repiten no puedan considerarse como una segunda vuelta de la votación de diciembre. Para empezar, el malestar de los ciudadanos por el coste de los nuevos comicios -asumido en los sistemas de doble votación- y por el fracaso de los líderes políticos en conformar un Gobierno.
El catedrático de Derecho Constitucional de la Universidad Rey Juan Carlos Enrique Arnaldo subraya además que la polarización que descuenta el equipo de Iglesias se produce en los sistemas mayoritarios de dos vueltas, pero a la fuerza. Esto es, en la última votación los electores solo pueden escoger entre los dos candidatos más votados para evitar que se repita el resultado porque se busca favorecer un Gobierno y una oposición con mayorías sólidas . No hay ningún sistema proporcional -múltiples partidos con representación-, como es el español, que cuente con segunda vuelta, ya que si no se limitan las opciones en la última votación el riesgo de que se repita el resultado es muy elevado.
«Si se repiten las elecciones en junio hay que verlas como unas nuevas elecciones, no pueden verse como una segunda vuelta en ningún caso », subraya tajante este catedrático. En este contexto, la apuesta de Iglesias de unir fuerzas con IU sí podría favorecer esa polarización del voto de la extrema izquierda, pero podría expulsar a los votantes menos radicales y propiciar que estos se agruparan en torno al PSOE. «Lo único seguro es que en España los dos grandes partidos nacionales, PP y PSOE, y las formaciones territoriales tienen una base electoral muy sólida, como demuestran los resultados de los últimos veinte años. Es lo que se viene reproduciendo elección tras elección y es lo que no sabemos de los nuevos partidos», considera Arnaldo.
Ayudar a un Gobierno
Este catedrático subraya también otra gran diferencia que Podemos pasa por alto, el factor temporal. En las elecciones con doble votación la primera se sitúa temporalmente muy cerca de la otra, entre quince días y un mes. En este caso, serán seis meses, perdidos además políticamente, los que separarán la votación de diciembre de la de junio. «La cuenta que hace Podemos para superar al PSOE se basa además en la idea de que van a volver a captar todos los votos de diciembre y, además, a muchos otros votantes.
Pero en estas nuevas elecciones en la mente del votante jugará probablemente votar en la misma dirección o la idea de ayudar a conformar un Gobierno, que es el objetivo de cualquier comicio ». La imagen rígida y soberbia que Iglesias se ha ganado en la calle, tal y como se reconoce en Podemos, podría terminar de derrumbar sus estimaciones. El resultado del 26 de junio dirá si no son más que el cuento de la lechera.