Iglesias justifica la caída de Podemos en «las luchas internas» sin asumir culpas
Ninguna voz crítica en la Ejecutiva de Podemos, reducida a los afines, exige responsabilidades al líder

El vicepresidente segundo del Gobierno y secretario general de Podemos, Pablo Iglesias , convocó este viernes al Consejo de Coordinación para analizar la debacle electoral en el País Vasco y Galicia del 12-J. La reunión no figuraba en la agenda oficial del partido. Después de cuatro horas debatiendo, concluyeron que el fracaso se debe a su debilidad en las regiones por culpa de «luchas internas». Pero sobre la cúpula no pesa ninguna carga de conciencia : no van a asumir responsabilidades por los datos y dan «el ciclo» por cerrado.
Fuentes de la Ejecutiva explicaron que se debatió sobre la «debilidad organizativa en los territorios debido a las peleas internas de la etapa anterior». Pero no han trascendido cambios o una revisión de la estrategia. Fue un espacio para la reflexión y la autocrítica en el que desvincularon esos problemas de la actualidad del partido , porque los achacan a males del pasado que, consideran, les penalizaron en la recta final del momento.
«La conclusión a la que ha llegado el Secretariado (la Ejecutiva), es la necesidad de poner en marcha cuanto antes lo aprobado en la Asamblea Ciudadana para poner el partido en dirección al próximo ciclo electoral», prosiguieron. Es decir, hay consenso en seguir la hoja de ruta que se fijó el pasado 22 de mayo , cuando Iglesias fue reelegido secretario general del partido con una participación del 11,46 por ciento, muy baja, y se reeditó el Consejo Ciudadano Estatal con las 89 personas que estaban en su candidatura. La gran parte repetían, apenas hubo cambios.
La Ejecutiva de Podemos está configurada por miembros muy afines a Iglesias y a su equipo, casi reducida a su núcleo de confianza, por lo que ayer no se esperaba ninguna voz discordante que rompiese la dinámica y generase tensión. El hiperliderazgo del secretario general , carrera que les ha llevado a los resultados del domingo, no salió debilitado de la reunión. Al contrario, pese a que los candidatos fueron apuestas personales suyas y de que la mayoría de las decisiones para las comunidades se tomen desde Madrid.
De hecho, más que ponerle en duda, el partido ha depositado su confianza en el vicepresidente segundo y líder de Podemos. «Estamos a tiempo de recuperarnos sobre los resultados actuales», señalaron las mismas fuentes.
En Galicia, desaparecieron: pasaron de ser segunda fuerza y líderes de la oposición con 14 escaños (19,07 por ciento) a tener cero. En el País Vasco, perdieron la mitad de su representación en la región: cayeron de tercera fuerza con 11 (14,76) a cuarta con 6 (8,03).
Después de siete meses en el Gobierno, Podemos aún no ha sacado rédito de la coalición . Un plan en el que confiaban después del golpe del 26-M. Entonces, la coalición de Unidas Podemos y las diferentes marcas moradas perdieron representación y votos en todas las regiones en las que se hubo elecciones.
Sin rueda de prensa
La portavoz de la Ejecutiva, Isa Serra , no compareció en rueda de prensa tras casi cuatro horas de reunión. Aún no han hecho una valoración pública del 12-J. Iglesias se limitó a reaccionar en Twitter , abordó como «una derrota sin paliativos» los resultados, y Serra habló un poco de los datos en un acto convocado por sanitarios. Además, Podemos lleva desde el año pasado sin ruedas de prensa después de sus ejecutivas.
El Consejo de Coordinación tenía que haberse reunido el lunes, día habitual en que suelen hacerlo, pero Iglesias prefería que se reunieran primero las Ejecutivas autonómicas. Los candidatos en Galicia y País Vasco, Antón Gómez-Reino y Miren Gorrotxategi , estuvieron presentes en el cónclave.