Los planes de Echenique para reunificar Podemos
El próximo secretario de Organización busca cohesionar el partido sin abandonar Zaragoza
Cuando Pablo Iglesias llamó por teléfono a Pablo Echenique para ofrecerle la Secretaría de Organización de Podemos , éste experimentó sensaciones encontradas. De un lado no se lo esperaba, pues él siempre ha sido muy crítico con todas las decisiones que ha tomado Iglesias vulnerando el espíritu fundacional de Podemos y, además, porque no tiene gran experiencia en las labores de «fontanería» propias de los partidos.
Noticias relacionadas
Sin embargo, por otra parte, Echenique era consciente de que precisamente su perfil crítico e independiente podría ser lo que necesitaba Pablo Iglesias para tratar de recomponer un partido que ha salido muy dañado del enfrentamiento con Íñigo Errejón , hasta aquel momento indiscutible número dos. «Nombrar a alguien de los suyos, tipo Rafael Mayoral o Irene Montero, habría propiciado una acusación evidente:que quitaba a Pascual para poner a una de sus personas de confianza», aseguran a ABC desde su entorno.
Sí, pero con una condición
El secretario general de Podemos Aragón aceptó la propuesta de Iglesias, pero le puso una condición. Asumiría el reto de sustituir a Sergio Pascual –purgado por Iglesias en una decisión personalísima y sin consultar a nadie – siempre y cuando se le permitiera ejercer su nueva función sin abandonar Zaragoza. «Intentar que no seamos como el PPy el PSOE», argumentó Echenique. Aunque a Iglesias «le pareció muy bien», Echenique es consciente de la «gran dificultad» que supone controlar un partido político sin estar en Madrid. Ylos retos que debe afrontar no son menores. Desde el punto de vista orgánico, debe tratar de restañar las heridas provocadas por la purga de Pascual , con dos sectores muy enfrentados.
Aunque Errejón ha salido muy dañado en términos de poder de este enfrentamiento fratricida, sus seguidores en Podemos no son pocos y Pablo Iglesias no puede permitirse el lujo de despreciarlos. Aunque ambos se han esforzado por decir públicamente que siguen siendo buenos amigos, lo cierto es que la relación ya no es la misma.
Echenique tiene una relación más fluida con Pablo Iglesias, al que conoce más y con el que tiene una mayor coincidencia ideológica. Sin embargo, su relación con Errejón no es mala en lo personal y a eso se va a agarrar Echenique para tratar de atraer a los errejonistas. «Errejón es esencial para poder hacer algo grande», insisten en su equipo.
Yes en este punto en el que el reto que acaba de asumir Echenique –siempre y cuando le ratifique el Consejo Ciudadanos del partido el próximo día 2– alcanza su mayor dificultad:en el trasfondo de la ruptura entre Iglesias y Errejón está dos formas de entender el crecimiento de Podemos a futuro. Iglesias, más radical, tiene serias dificultades para aceptar al PSOE como socio. «El señor Felipe González tiene el pasado manchado de cal viva», dijo en el Congreso durante la investidura de Pedro Sánchez ante la gélida mirada de un Errejón consciente de que tamaña acusación era un ataque directo a la línea de flotación socialista y, sobre todo, a su vieja guardia, ya de por sí bastante contraria a un acuerdo con los populistas.
El nombramiento de Echenique tiene una importante derivada en clave de pactos poselectorales. Con él en la dirección ganan peso quienes se niegan a propiciar un Gobierno del PSOE con Ciudadanos. «En lo económico, el acuerdo que han firmado es de derechas» , explican. Este planteamiento esignifica que a Pedro Sánchez sólo le quedará una opción para ser presidente:convencer a Ciudadanos para que se abstenga pese a haber roto su pacto y, además, atraer a los partidos independentistas catalanes y al PNV. Palabras mayores.
En estos días de Semana Santa Echenique está trabajando en el documento de trabajo que presentará al Consejo Ciudadano y en el que buscará que Podemos vuelva a sus esencias. «A Pablo le gusta ser independiente porque Podemos no puede caer en los viejos errores de partidos con experiencia en estos temas internos», explican. El tiempo dirá si Echenique alcanza sus objetivos y satisface las expectativas generadas, sobre todo en los sectores más ortodoxos del partido. «La expectativa es tan alta como nula la experiencia interna», aseguran quienes mejor le conocen, conscientes de la magnitud del reto.