Los plagios de Manuel Cruz: desde el filósofo estrella surcoreano al doctor por Harvard
ABC ha desvelado en los últimos meses las numerosos irregularidades cometidas por Cruz en sus libros y manuales
![Manuel Cruz, en una sesión de la Cámara Alta](https://s2.abcstatics.com/media/espana/2019/12/02/manuel-cruz-plagios-kOZC--1248x698@abc.jpg)
El día 10 de septiembre de este año, ABC desveló en portada un nuevo escándalo de fraude académico que volvía a señalar, después del escándalo con la tesi s de Pedro Sánchez , a un socialista en un alto cargo institucional. Era Manuel Cruz, el hombre elegido por Sánchez para presidir el Senado y cuya solvencia académica quedó en entredicho tras salir a la luz los numerosos plagios que ha cometido en distintas obras a lo largo de su carrera.
Los primeros casos denunciados, tras una investigación de los periodistas Javier Chicote y Daniel Tercero, fueron los nueve plagios a otros autores que Cruz cometió en uno de sus manuales de referencia, llamado «Filosofía contemporánea» y publicado por primera vez en 2002. En su interior, el político tomó, como si fueran propios, párrafos enteros de autores de reconocido prestigio como Nicola Abbagnano, Gianni Vattimo o los profesores españoles José María Mardones y Nicanor Ursúa.
El fraude, que en un primer momento se resistió a reconocer Cruz y por el que no dimitió, se fue agrandando poco a poco. Como también informó ABC, el político y catedrático de Filosofía en la Universidad de Barcelona también incurrió en varios plagios en otra de sus obras más destacadas. Se trata de «Amo, luego existo. Los filósofos y el amor» (2010), el libro con el que Cruz ganó el Premio Espasa de Ensayo en el año 2010, un galardón que está dotado con 30.000 euros para el autor del trabajo ganador. En este caso, el socialista se apropió de las reflexiones filosóficas de autores como el sacerdote Alban Butler o Antonio Damasio y Franco Berardi.
Cruz también cometió irregularidades siguiendo el mismo patrón en su libro «Ser sin tiempo» (2016). En este volumen hay fragmentos enteros copiados sin la correspondiente citación que el político tomó de una obra de Byung-Chul Han , un ensayista surcoreano que está considerado como una de las figuras emergentes en el panorama filosófico contemporáneo.
Pero los plagios en el libro «Ser sin tiempo» no acaban en las ideas copiadas al pensador surcoreano. El último presidente de la Cámara Alta también se adueña entre sus páginas de fragmentos que contienen conceptos e ideas formulados casi una década antes por Roberto Castillo, un doctor chileno por la prestigiosa universidad norteamericana de Harvard. Su reacción tras conocer los plagios del político gracias a la llamada de ABC fue, quizá una de las más gráficas. «Qué copión», llegó a decir Castillo de Cruz.
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