Personalidades como Carme Riera o Miquel Barceló, en contra de la llegada de megacruceros a Mallorca

El sector empresarial defiende, por contra, que la presencia de buques turísticos es buena para la economía de Baleares

Imagen de archivo de un crucero en el Puerto de Valencia Rober Solsona

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Diversas personalidades nacidas en Mallorca o vinculadas profesional o afectivamente a la isla han firmado el «Manifiesto contra los megacruceros» , un documento impulsado por una veintena de entidades ciudadanas que fue presentado oficialmente ayer. Por contra, el sector empresarial de Mallorca ha emitido este martes un comunicado conjunto en el que defiende que la llegada de buques turísticos es buena para la economía balear.

El citado «Manifiesto contra los megacruceros» ha sido firmado hasta el momento por 28 personalidades , entre ellas el pintor Miquel Barceló , la académica Carme Riera , el diplomático Jorge Dezcallar o la cantautora Maria del Mar Bonet. A dichos nombres cabe sumar también los de otras figuras relevantes, como los escritores William y Lucía Graves —hijos de Robert Graves—, el oceanógrafo Xavier Pastor, el dramaturgo Sergi Belbel o el editor Basilio Baltasar. El listado se completa por ahora con otros profesionales igualmente de prestigio, como el arqueólogo Andrea Carandini, el director Rafa Cortés, el empresario Biel Huguet, el dibujante Pere Joan, el diplomático y comunicador Fernando Schwartz o el escritor José Vidal Valicourt, entre otros.

El mencionado manifiesto va dirigido al Ayuntamiento de Palma y al Gobierno balear. El texto consta de cinco puntos concretos. En el primero se pide « poner límites a la afluencia de megacruceros en el puerto de Palma, con un máximo de uno al día, regulando las visitas de los cruceristas a un número máximo de 4.000 personas diarias». En el segundo punto se solicita que se exija a la Autoridad Portuaria que « controle diariamente » y «dé a conocer» públicamente los «impactos medioambientales de los cruceros en consumo de agua, electricidad, contaminación del aire y el agua, etc.».

En el tercer punto del manifiesto se aboga por « exigir a la Autoridad Portuaria la transparencia fiscal y laboral de todas las empresas de cruceros que visitan la ciudad». Ya en el cuarto punto, se propone «aumentar el impuesto del turismo sostenible que pagan los cruceristas hasta cinco euros —ahora pagan dos—, y destinarlos a compensar los gastos públicos y privados que genera el impacto de las excursiones masivas de cruceristas al centro de la ciudad». Finalmente, en el quinto punto del citado documento se pide «hacer las gestiones pertinentes para declarar zona ECA —Área de Control de Emisiones— el Mediterráneo, tal como han hecho en el Mar del Norte y en el Báltico».

Rechazo de las limitaciones

En cambio, como se ha señalado ya, las principales patronales del pequeño y mediano comercio de la isla han emitido un comunicado conjunto bajo el epígrafe «El sector empresarial de Mallorca, en contra de limitar la llegada de turistas de crucero» . Dicho comunicado ha sido rubricado por las entidades Afedeco, Pimeco, CAEB y PIMEM, la Confederación Balear de Comercio, la Federación de Estancias Turísticas Vacacionales de Mallorca, la Asociación Sindical de Autónomos del Taxi de Mallorca, la Asociación de Restauración de Mallorca, La Asociación Empresarial de Alquiler de Vehículos con y sin conductor de Baleares y el Fomento de Turismo.

Las citadas entidades creen que la llegada de cruceros es «muy importante» para la economía balear. «Tanto para el comercio como para la oferta complementaria, el turismo de cruceros es muy positivo porque se trata de turistas que vienen a Palma, que tienen unas horas o un día para conocer la ciudad, y además es una muy buena manera de tener una primera impresión de la ciudad porque, si es buena, pueden volver», señala la nota, para añadir: « Es un turismo que consume , que hace compras, va a restaurantes… en definitiva, es un turismo que hace gasto y todo ello en un espacio corto de tiempo. Eso es bueno para el comercio y para la ciudad de Palma».

El comunicado recalca que el comercio emplea en Baleares al mayor número de personas. En ese contexto, todas las entidades citadas quieren «dejar claro» que se oponen «radicalmente» a las limitaciones en la llegada de cruceros . «No hace falta recordar el impulso que hace años se dio para captar la llegada de cruceros a nuestras islas, invirtiendo millones de euros en ferias internacionales y en campañas de promoción para demostrar que éramos un destino seguro y digno para el crucerista, y no hace mucho de ello», prosigue el comunicado. «Nos falta memoria a corto plazo. Ahora que lo tenemos lo rechazamos», apostilla.

«Todos los que apoyamos este comunicado lo hacemos conscientes de la importancia que tiene para Baleares atraer turismo de calidad, un turismo que consume en nuestros establecimientos y genera riqueza. Ese turismo no lo encontramos en el de bajo coste, que viene a la isla en muchas ocasiones con un “todo incluido” y no gasta. En contrapartida, los números demuestran que el turista que llega a Mallorca en barco, es de poder adquisitivo alto y mejora la calidad de nuestro destino», concluye la nota.

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