Rusia inflige a la misión diplomática española el mayor castigo desde hace 45 años
Un avión del Ejército del Aire les traerá en la tarde es este martes de Riga a Madrid
Los 27 funcionarios de la Legación diplomática de España en Rusia, cuya expulsión fue comunicada el pasado día 18 de mayo al embajador Marcos Gómez , partieron hoy de la capital rusa para ser repatriados. Así lo asegura el diario ruso Izvestia en su web, en la que incluye un vídeo del momento en el que los vehículos diplomáticos españoles abandonan el edificio de la Embajada de Moscú.
Desde el Ministerio de Asuntos Exteriores de España, señalan que los diplomáticos españoles declarados «persona non grata» viajan hoy por carretera hasta Riga, la capital de Letonia, en donde les recogerá un avión enviado desde España. El miércoles de la semana pasada se le dio a todos ellos una semana para abandonar Rusia, el mismo plazo que tuvieron los diplomáticos rusos en abril para salir de España.
Se trata de la deportación de diplomáticos españoles acreditados por Moscú más masiva desde el restablecimiento de relaciones diplomáticas en 1977 y es la respuesta a la misma medida adoptada por el Gobierno español el pasado 5 de abril. Entonces fueron expulsados 25 diplomáticos rusos y dos miembros del personal de servicio de la Embajada rusa a los que Madrid considera «una amenaza para la seguridad» de España. Actualmente, tras aquellas deportaciones, la representación rusa en España ha quedado constituida por 22 funcionarios, entre ellos el embajador, Yuri Korchaguin.
España, junto con el resto de la Unión Europea, EE.UU., Reino Unido, Canadá, Australia, Japón y otros países, adoptaron sendos paquetes de sanciones contra Rusia por la invasión de Ucrania y la masacre de Bucha, entre cuyas medidas se incluyeron las expulsiones de diplomáticos rusos. A partir de ese momento, Moscú ha ido respondiendo paulatinamente de forma recíproca.
En el caso de España, el Ministerio de Exteriores ruso ha decidid o no expulsar a 25 diplomáticos españoles , con lo que no hubiera quedado ni uno en la Embajada , sino solamente a 12, la mitad aproximadamente de los acreditados, y completar la cifra con 15 funcionarios españoles con pasaporte de servicio o personal administrativo. Lo que suma 27 en total.
Pero los empleados españoles no diplomáticos de la Legación española en Rusia han quedado drásticamente menguados. Por ejemplo, en el Consulado de Moscú, además del cónsul general adjunto y la cónsul (diplomáticos ambos), se van siete trabajadores españoles, que son casi la misma cantidad que se queda, con lo que el grueso de los empleados son ahora contratados locales rusos. Esta situación de mayoría significativa de personal ruso se da también en la Embajada y en el Instituto Cervantes.
Del personal diplomático de la Embajada abandonan Rusia, entre otros, los consejeros de Cultura, Turismo, Prensa y uno de los miembros de la Oficina Económica y Comercial. La medida también ha afectado al director del Instituto Cervantes de Moscú, Juan Carlos Vidal , lo que deja muy mermado este centro, en donde ya estaba de antes suspendida la actividad cultural a causa de la pandemia.
Entre los diplomáticos que se quedan y continuarán desempeñando su trabajo en Rusia, además de Gómez, el embajador, están la cónsul general, María Isabel Vicandi, el cónsul de San Petersburgo, Félix Valdés, el ministro consejero, Agustín Núñez, y los encargados de asuntos políticos, Javier Blanco y Tamara Zabala, además de la jefa de la Oficina Económica y Comercial, Alicia Varela.
La salida por carretera de los funcionarios diplomáticos españoles ha sido debida a la imposibilidad de haber enviado un avión hasta Moscú, ya que existe una prohibición de sobrevolar el espacio aéreo de Rusia para las aeronaves procedentes de la Unión Europea, en donde a su vez tampoco se permite el vuelo de aviones rusos y bielorrusos.
No obstante, España sí permitió en abril la llegada de un vuelo para repatriar a los diplomáticos rusos, aunque tuvo que regresar a Moscú dando un enorme rodeo para evitar el espacio aéreo europeo.
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