La penitencia judicial de Jordi Pujol

Comienza una semana clave en la Audiencia Nacional, donde declararán como imputados Jordi Pujol, Marta Ferrusola y Jordi Pujol Ferrusola

Jordi Pujol y Marta Ferrusola llegan a los juzgados de Barcelona en enero del año pasado AFP

LUIS P. ARECHEDERRA

Con un comunicado de un folio y medio, Jordi Pujol -el que fuera presidente de la Generalitat durante más de 23 años, el «estadista» que facilitó la gobernabilidad de España, el héroe nacionalista que sacrificó su vida privada para «construir» Cataluña - se desnudó ante la opinión pública, perdió su reputación y abrió su calvario judicial. Un viernes, 25 de julio de 2014, Jordi Pujol confesó que había ocultado dinero en el extranjero, sin declararlo, durante treinta y cuatro años.

El próximo miércoles, 10 de febrero de 2016, el expresidente de la Generalitat -que tiene 85 años y es bisabuelo- está citado en la Audiencia Nacional para declarar como imputado por un delito de blanqueo de capitales, castigado con hasta seis años de cárcel. El juez José de la Mata no da credibilidad al comunicado -«un mero relato» sin pruebas, según el magistrado- y quiere interrogar a Jordi Pujol por su papel en los sospechosos negocios del clan.

El juez, que considera que toda la familia Pujol actuó organizada para enriquecerse de forma ilícita y lavar las ganancias en países extranjeros , muchos paraísos fiscales, indaga en una cuenta bancaria en Andorra en la que Jordi Pujol ocultó al menos 1,84 millones de euros desde el año 2000 , cuando todavía era presidente de la Generalitat. «Dicho patrimonio no consta que se justifique con los ingresos ordinarios obtenidos por razón del cargo público que ostentó durante 23 años, presidente de la Generalitat de Cataluña», expresa el magistrado.

Esta cuenta fue abierta por su primogénito, Jordi Pujol Ferrusola, alias «Junior», con dinero de su padre en el 2000. Así lo manifestó el hijo en un escrito enviado a la entidad Banca Reig el día en el que abrió la cuenta. El propio Pujol lo reconoció en otro documento aportado al banco en mayo de 2001, escrito a mano, en el que confesó ser el propietario de la cuenta en cuestión, la número 63810, y declaró legársela a su mujer en caso de morir, según consta en el sumario de la investigación, al que ha accedido ABC.

De la Mata, que ha imputado a Pujol padre -y a su esposa, Marta Ferrusola- en la causa que investiga los negocios de su hijo primogénito, considera así que Pujol es el «titular real» de una de las cuentas abiertas por el clan familiar en Andorra , controladas por «Junior», considerado por la investigación el «repartidor» del dinero entre su madre y hermanos. Como en las demás cuentas en Andorra, el dinero de la 63810 se ingresó en efectivo, «con idéntica intención de ocultación», utilizando a una persona interpuesta y «ocultando también su origen».

La cuenta de la que se benefició el «expresident» podría ser una más de las que recibían las comisiones irregulares cobradas por el clan. La investigación ha desvelado que el primogénito cobró 11,53 millones de euros en comisiones de empresarios dedicados a la contratación pública. El juez -que apunta que toda la familia actuaba como «una organización» cuyos rasgos están por «calificar»- considera que «no existen negocios lícitos que justifiquen» estos pagos; al revés: señala que se basan en «operaciones extrañas a las prácticas comerciales ordinarias». La penitencia de Jordi Pujol, cumplida ante la opinión pública, culmina en la Audiencia Nacional.

Martes, los testigos

Cuatro empresarios abren esta nueva ronda de interrogatorios del caso Pujol el próximo martes. Desde las diez de la mañana están citados ante el juez José de la Mata cuatro hombres de negocios, al frente de compañías con actividad en Cataluña, para declarar como testigos, por lo que estarán obligados a decir la verdad. Se trata de Sebastián Vives Sancha, presidente de Life Global Group; Manuel José Nadal, promotor inmobiliario; José Ramón Ruiz Carrero, directivo de FCC, y Francisco Javier Vizcaíno, directivo de Tramvía Metropolitá, la firma que lleva a cabo la explotación del tranvía de Barcelona. El magistrado interrogará a los cuatro, a petición de la Fiscalía Anticorrupción, para poner luz en las relaciones comerciales de Jordi Pujol Ferrusola y el clan familiar. El hijo primogénito ha sido dibujado por diversos empresarios -algunos imputados en la causa- como un comisionista que ofrecía sus servicios de intermediario para abrir y desbloquear negocios. Algunos, como Carles Sumarroca o Jaume Ferrer Graupera, han relatado que Pujol Ferrusola les prestó servicios «reales», a pesar de no haber contrato por escrito, por los que le pagaban una comisión. El juez no se lo cree.

Miércoles, el «expresident» y su esposa

Jordi Pujol padre y su mujer están citados ante el juez José de la Mata el próximo miércoles 10 de febrero, a las 10:00 y 11:30 de la mañana, respectivamente. El magistrado, quien también investiga el origen de la herencia que el expresidente de la Generalitat ocultó en Andorra, les interrogará en condición de investigados, la nueva figura para nombrar al clásico imputado. El magistrado considera que Jordi Pujol padre es el «beneficiario» de una cuenta abierta por su primogénito, Jordi Pujol Ferrusola, en Andorra en el año 2000, un depósito que trataron de ocultar. La familia dejó dicha cuenta - la número 63810, en la entidad Banca Reig - sin fondos el 30 de diciembre de 2010, después de cinco disposiciones en efectivo en los últimos seis meses. El 3 de junio, por ejemplo, retiraron 149.943 euros en billetes, que quedaron «en casa»: los ingresaron en otra cuenta de la misma entidad pero de otro hijo, Josep Pujol Ferrusola, también imputado, como todos los miembros del clan. Esta cuenta, concluye el juez, se nutre de fondos de origen desconocido y podría haber sido utilizada para blanquear el dinero que la familia recaudó en comisiones. El magistrado también desmonta la tesis de Pujol sobre la herencia que ocultó en Andorra, que atribuyó a un legado de su padre. De la Mata explica en el sumario que esta explicación «no se compadece con los datos ahora acreditados» y tacha la confesión de «mero relato». El juez asegura que Pujol no ha acreditado con documentos la cantidad del legado, el lugar donde se encontraba ni su destino. Todo el clan se ha agarrado a tal tesis.

Jueves, el primogénito

La investigación a Jordi Pujol Ferrusola, el hijo primogénito de Jordi Pujol, ha llevado al foco de la Justicia a toda la familia. Pujol Ferrusola, que volverá a declarar el próximo jueves 11 de febrero a las diez de la mañana tras solicitarlo de forma voluntaria, es considerado la «caja registradora» del clan: él se encargaba de repartir el dinero que conseguía de supuestas comisiones entre sus hermanos y madre. La investigación ha acreditado que Pujol Ferrusola, alias «Junior», cobró 11,53 millones de euros de empresas como FCC o EMTE supuestamente por trabajos de «asesoramiento, consultoría e intermediación». De la Mata asegura que no existe ningún indicio que «justifique» tales trabajos «para los que se simuló la contratación» de «Junior». Algunos testigos «niegan rotundamente» que Pujol Ferrusola, que tiene las cuentas embargadas, participara «para nada» en las operaciones, a pesar de los pagos millonarios.

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