Pedro Sánchez coloca a su biógrafa, Irene Lozano, como directora de Casa Árabe
Cuando renunció esta semana a su acta como diputada en la Asamblea de Madrid, era evidente que desde La Moncloa había un nuevo plan para el eterno fichaje del presidente del Gobierno
Cuando Irene Lozano renunció el pasado lunes a su acta como diputada en la Asamblea de Madrid , saltaron todas las alarmas: desde el Palacio de La Moncloa había un nuevo plan para la biógrafa de Pedro Sánchez . La escritora y política lleva desde las elecciones generales del 20 de diciembre de 2015 siendo el eterno fichaje del presidente del Gobierno , de ahí que resultara bastante evidente que su salida del Parlamento madrileño guardara relación con un nuevo destino como alto cargo. Y así ha sido.
El nombramiento de Irene Lozano como nueva directora general de Casa Árabe se ha ratificado esta mañana en la reunión del consejo rector del consorcio que componen el Ministerio de Asuntos Exteriores, la Agencia Española de Cooperación Internacional para el Desarrollo (AECID), la Junta de Andalucía, la Comunidad de Madrid y los ayuntamiento de la capital y Córdoba.
La candidatura de Irene Lozano como directora de Casa Árabe la presentó el Gobierno y, al parecer, según ha podido saber ABC, ni el Ayuntamiento ni la Comunidad de Madrid postularon un aspirante alternativo porque son minoría en ese consorcio y «sería inútil», tal y como explican a este periódico desde ambas instituciones. Las cuatro administraciones se abstuvieron.
Entre 80.000 y 95.000 euros al año
Hasta ahora -y desde el pasado 8 de junio, cuando entró en la Asamblea de Madrid-, Irene Lozano percibía 5.060,22 euros brutos al mes. En 2019, el Portal de Transparencia cifró en 95.371,73 euros el salario anual de Pedro Martínez-Avial , quien fue director de Casa Árabe desde agosto de 2017 y hasta el pasado mes de julio, cuando fue nombrado embajador de España en Irak. Sin embargo, el sueldo de Irene Lozano podría rondar los 80.000 euros , dado que no pertenece a la Carrera Diplomática a diferencia de su antecesor.
El pasado mes de mayo, en una entrevista concedida a este periódico, Lozano comentó que le duraban más «los perros que los hombres» . Y, seguramente, más que sus trabajos. Este año se cumple una década desde que pisó por primera vez el Congreso de los Diputados para ocupar su escaño por UPyD . Unos inicios en la política que ahora hay que hacer esfuerzos para recordarlos.
Fue diputada del partido de Rosa Díez hasta 2015, cuando Pedro Sánchez contó con ella para las elecciones generales del 20 de diciembre. En esa campaña coincidió además con el actual ministro de Asuntos Exteriores, UE y Cooperación, José Manuel Albares , quien dejó temporalmente la carrera diplomática para integrarse en el equipo de Sánchez como coordinador del programa en política europea y política exterior del PSOE.
La implicación de Lozano durante aquella campaña fue tan escasa que, para cuando se repitieron las elecciones en 2016, ella no figuraba en las listas. Alegó problemas personales y desapareció durante un tiempo del panorama político. Un paréntesis en el que no estuvo cruzada de brazos. En ese tiempo escribió ‘Manual de resistencia’, las memorias de Pedro Sánchez. Un libro que, aunque cuando se firmó no se planteaba la posibilidad de que el líder del PSOE fuera presidente del Gobierno, se publicó en 2019, coincidiendo con la llegada de Sánchez a La Moncloa.
Cinco cargos a dedo
Lo de Lozano fue una mezcla de suerte y olfato. Durante la escritura del libro, Lozano y Sánchez forjaron una relación de estrecha confianza que continúa a día de hoy.
El vínculo entre ellos explica los pasos profesionales que desde entonces ha dado Lozano, quien ha ocupado cinco cargos distintos desde 2015. En su primer Gobierno, Sánchez la colocó como secretaria de estado para la España Global, un puesto que la situó como posible candidata para las plazas de libre designación del Ministerio de Asuntos Exteriores, hasta tal punto que, tras las elecciones de noviembre de 2019, llegó a barajarse su nombre como ministra.
Después asumió la presidencia del Consejo Superior de Deportes (CSD) en un año que, de no haber sido por la pandemia, iba a estar marcado por los Juegos Olímpicos de Tokio, lo que situaba a Lozano en un puesto de gran relevancia. El pasado mes de mayo, antes de presentarse por las listas del PSOE para la Comunidad de Madrid, su nombre también sonó como embajadora de España en Londres .
Licenciada en Lingüística por la Universidad Complutense de Madrid y diplomada en Filosofía por el Birkbeck College de Londres, el paso de Irene Lozano por el Ministerio de Asuntos Exteriores es la base sobre la que se sustenta su nuevo cargo al frente de Casa Árabe.
Sobre este nuevo nombramiento preguntará el Partido Popular el próximo lunes en el Congreso de los Diputados. Entre las cuestiones que plantearán desde el PP Valentina Martinez y Pablo Hispán, se encuentra la idoneidad de un perfil como el de Irene Lozano. Para ello –siguiendo los parámetros del ministro Albares, y entendiendo que el nuevo cargo de Lozano según el PP es equiparable al de una embajadora–, se interesarán por saber si Lozano conoce el idioma y la cultura árabe. También preguntarán «por los méritos» de Lozano «para merecer ese destino» y si en «su Curriculum literario para la evaluación positiva de su candidatura» consta también el libro publicado por Pedro Sánchez.
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