«Pasé por la entrada del metro de Malbeek instantes antes de la explosión»

Judith es riojana y lleva 19 años en Bélgica. Trabaja en uno de los objetivos de los terroristas, el Parlamento Europeo. «En la estación del Maelbeek confluyen la Comisión, el Consejo y el Parlamento, pero como las instituciones están blindadas, han ido a atentar contra lo más débil , el metro que está a las puertas», describe. Se enteró de los atentados en el coche, cuando iba a dejar a sus dos hijos de camino al trabajo. «Todo era muy confuso y nada más llegar al Parlamento Europeo he sabido de la segunda explosión. Tuvo que estallar solo unos instantes después de que yo pasara por la misma puerta de la estación de metro, porque en ese instante no estaba pasando nada en Malbec», relata a ABC. «Había mucha presencia policial desde los atentasdos de París, pero se relajó un poco».

Ruth Prieto no escuhó la explosión del metro, pero sí «el ruido atronador de las sirenas». «Mi marido es funcionario del Consejo Europeo y se baja en la estación de Maelbeek, así que bajé como una loca al garaje y respiré cuando vi que la bici no estaba , que hoy no había cogido el metro». Ruth cuenta a ABC que «nos han aconsejado no salir de casa» y que «estaba muy tranquila por la presencia militar y policial pero es muy difícil parar a un tipo que se hace estallar con un cinturón».

Por su parte, la eurodiputada socialista Soledad Cabezón acababa de pasar el control del aeropuerto de Bruselas cuando todos los que estaban a su alrededor empezaron a correr.

Ella hizo lo mismo animada por la Policía . Después supo de las explosiones y los disparos que no llegó a escuchar. Quizás por este motivo, asegura la eurodiputada sevillana que «a pesar de todo» hubo tranquilidad. «En todo momento la situación ha sido de calma. No ha habido problemas de nervios entre la gente, ningún alboroto ni nada. Solo un primero momento de carreras», explica Cabezón.