Papeles invertidos
Los abogados de los líderes independentistas han intentado sentar en el banquillo a Soraya Sáenz de Santamaría
Los abogados de los líderes independentistas han intentado sentar en el banquillo a Soraya Sáenz de Santamaría en su comparecencia como testigo en el Supremo. Con preguntas que eran juicios de intenciones, los defensores pretendían demostrar que el Gobierno actuó de forma negligente en la votación ilegal del 1 de octubre y que cursó instrucciones temerarias que provocaron las escenas de violencia de aquel día. No lo consiguieron porque la exvicepresidenta del Ejecutivo se reafirmó una y otra vez en que las Fuerzas de Seguridad actuaron bajo mandato judicial. Pero Soraya pasó un mal rato y titubeó en algunas respuestas. Tal vez para evitar ser tachado de parcialidad, el tribunal que preside Manuel Marchena permitió un espectáculo que convirtió a los acusados en acusadores y puso bajo sospecha a quienes cumplieron la ley. El tiempo y la Justicia pondrán a cada uno en su lugar.