Pamplona vive el 6 de julio más atípico sin el tradicional chupinazo
Con el uniforme puesto y los pañuelicos al viento los pamploneses intentan celebrar entre...
Con el uniforme puesto y los pañuelicos al viento los pamploneses intentan celebrar entre lágrimas un chupinazo que no se lanza este año.La policía blinda la plaza del Ayuntamiento, donde sólo pueden entrar 400 personas y el aforo reducido también llega a las calles del casco histórico. Los bares se abarrotan de cancelaciones en un año en el que la única carrera que veremos será a través de internet. Unos cuarenta mozos han viajado hasta Salamanca donde una ganadería ha organizado un encierro que se retransmitirá mañana en diferido.