Elecciones 25-S
Ni en el País Vasco ni en Galicia se repetirá el bloqueo político que sí se da en España
En Andalucía, tras los comicios autonómicos del pasado 2015, sí se obstruyó la formación de Gobierno hasta el acuerdo alcanzado entre el PSOE y Ciudadanos
Mientras España continúa a la espera de que se constituya un Gobierno a nivel estatal, el País Vasco y Galicia deben ahora acometer la formación de un Ejecutivo tras los resultados que han deparado las elecciones de este domingo en estas dos autonomías. El bloqueo político que vive el país, sin embargo, no tendrá lugar en ninguna de estas dos comunidades autónomas por distintos motivos.
En el País Vasco es casi imposible que se dé un bloqueo por el sistema de elección del lendakari
En Galicia, la mayoría absoluta de Feijóo impide que pueda obstaculizarse la nueva legislatura
En Andalucía , tras las elecciones celebradas en marzo de 2015, sí que se vivió una situación similar a la del Congreso de los Diputados. Ninguna fuerza política alcanzaba los 55 escaños necesarios para que pudiese ser investido un presidente en la Junta de Andalucía.
Susana Díaz, con los 47 diputados obtenidos por el PSOE , fracasó en las dos votaciones de la primera sesión de investidura y sólo en la segunda votación de su segunda intentona —tras el apoyo blindado por los nueve diputados de Ciudadanos , después de que Díaz firmase el pacto anticorrupción que le propusieron— logró la presidencia.
Un sistema «antibloqueo»
En el País Vasco, no obstante, es virtualmente imposible que se dé una circunstancia parecida al contar con un sistema diferente para la elección del lendakari —jefe del Gobierno vasco—.
Cada diputado tiene tres opciones: votar a un candidato, abstenerse o votar en blanco
Allí, pueden presentarse los candidatos que lo deseen de entre las fuerzas que hayan conseguido representación en el Parlamento —no hay un postulante designado por el Rey ni por ninguna otra autoridad—. Cada aspirante pronuncia un discurso ante el Parlamento esgrimiendo las razones por las que debería ser designado presidente y después se someten a la confianza del resto de diputados.
En la votación cada diputado tiene tres opciones: decantarse por alguno de los candidatos a lendakari, abstenerse o votar en blanco. No existe la posibilidad de votar «no» a una candidatura. En la primera vuelta, para que se proclame un lendakari, éste debe ostentar una mayoría absoluta —en el País Vasco se cifra en 38 parlamentarios—, pero en la segunda jornada, aquél que consiga mayor número de apoyos se alza con la victoria .
Lo único que impediría una investidura sería que se produjese un empate a votos en el primer lugar entre varios candidatos. En el caso de que esto suceda se repiten las votaciones cada 24 horas hasta que alguien queda por encima del resto en número de nominaciones.
Tras las elecciones al Parlamento vasco celebradas en 2012, Íñigo Urkullu, por el PNV, y Laura Mintegui, por EH Bildu, fueron los dos únicos que solicitaron su investidura. Los dos consiguieron únicamente los apoyos de sus partidos —27 y 21 votos, respectivamente— y Urkullu fue nombrado lendakari en segunda votación pese a encontrarse muy alejado de los 38 escaños que fijan la barrera de la mayoría absoluta.
Mayoría absoluta, sin margen de duda
Por otro lado, en Galicia, el sistema de elección del presidente de la Xunta es exactamente igual al del presidente del Gobierno en Madrid. Es decir, se designa un aspirante —en este caso propuesto por el presidente de la Cámara gallega— y éste se somete a la confianza de los diputados. En primera votación ha de superar la mayoría absoluta —38 escaños en Galicia— y en segunda, mayoría simple .
Por tanto, con los resultados electorales en la mano, la mayoría absoluta cosechada por Alberto Núñez Feijóo —su tercera consecutiva— impide que se pueda obstaculizar el inicio de una nueva legislatura en esta autonomía.
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