Pablo Iglesias se reúne con una Cristina Fernández de Kirchner acorralada por las causas judiciales
La cita con Fernández, cuyo abultado patrimonio está embargado, fue de carácter privado. La senadora de Unidad Ciudadana, procesada en media docena de causas judiciales, entre otras, por corrupción, encubrimiento de terroristas y blanqueo de capitales, se hizo eco de la visita de Pablo Iglesias en Twitter. «Excelente reunión», escribió sobre una imagen
A diferencia de Iñigo Errejón y de Juan Carlos Monedero, Pablo Iglesias nunca había puesto un pie en Argentina. Lo hizo coincidiendo con el aniversario del golpe de Estado del 24 de marzo de 1976. El secretario general de Podemos participó de la manifestación de repudio contra aquel régimen militar, se entrevistó con la expresidenta y actual senadora, Cristina Fernández y recibió el Premio de Periodismo Rodolfo Walsh , la misma distinción concedida anteriormente, entre otros, a Hugo Chávez, Nicolas Maduro, Rafael Correa y Evo Morales. En su discurso de agradecimiento manifestó: «Me avergüenza que en España se reivindique el imperio y el colonialismo».
La cita con Fernández, cuyo abultado patrimonio está embargado, fue de carácter privado. La senadora de Unidad Ciudadana, procesada en media docena de causas judiciales, entre otras, por corrupción, encubrimiento de terroristas y blanqueo de capitales, se hizo eco de la visita de Pablo Iglesias en Twitter. «Excelente reunión» , escribió sobre una imagen en el exterior en lo que podrían ser los jardines de Los Sauces, el hotel de El Calafate (sur de Argentina) que un día fue su orgullo y al que para acudir al «spa» le bastaba con atravesar el jardín de su chalet. Hoy, ese hotel como el resto de su propiedad, está cerrado.
Pablo Iglesias no conocía personalmente a la viuda de Néstor Kirchner. El martes, al verse por primera vez cara a cara, le regaló un libro de Federico García Lorca. Antes, en Buenos Aires compartió con las Abuelas de Plaza de Mayo y la Asociación Madres de Plaza de Mayo Linea Fundadora, la marcha del 24 de marzo donde los cantitos ofensivos con menciones a la madre del Presidente de Argentina sonaron con fuerza . Con mucha visibilidad destacaron pancartas y consignas contra Macri, al que, una vez más, la multitud K, que monopoliza estos actos, se refirió como «basura» y lo identificó con la dictadura. También se reclamó por «los presos políticos» en alusión a la colección de ex miembros de los Gobiernos de Kirchner entre rejas por corrupción.
Pero el viaje de Pablo Iglesias a Argentina tenía, entre otros objetivos, reunirse con los expatriados en el Foro de Círculos de Podemos en el Exterior y recibir dos distinciones académicas de universidades ultra kirchneristas. La más polémica, la Facultad de Periodismo y Comunicación de La Plata donde la concejal kirchnerista y decana, Florencia Saintout lo presentó como el «compañero» y definió la institución como una «universidad popular, feminista» que puede «desaprender los saberes coloniales». En su intervención se quejó porque « nos gobiernan los millonarios, Macri, Rajoy, Temer… Fíjense la atrocidad », clamó. Antes de dar paso a Pablo Iglesias se refirió a éste como una víctima que sufre «el odio patriarcal, de clase».
El líder de Podemos debía ignorar que Ernesto Sábato es un nombre prohibido en el léxico K. De haberlo sabido, difícilmente lo habría mencionado junto a los de Néstor Kirchner y su viuda , al agradecer el premio. En su intervención añadía: «Hoy en España se encarcela a dirigentes políticos catalanes, pero también a tuiteros raperos y titiriteros, en España se multa y se persigue a humoristas por hacer sátiras políticas mientras corruptos y corruptores siguen gozando de una escandalosa impunidad en nuestro país». En su alocución recordó la visita de Mauricio Macri a España y la «remera» (camiseta en porteño) de Irene Montero en el Congreso «con el rostro de Milagro Sala y la palabra libertad». No mencionó o quizás tampoco sabe que Sala prendió fuego al edifico de la Gobernación de la provincia norteña de Jujuy, que se quedaba con los títulos de propiedad de las casas de los pobres, que las que entregaba (construidas con el dinero del Estado) estaban en buena medida mal hechas, que le rompió la cabeza, a culatazos de revolver, a un dirigente social que, en definitiva, se comportó como un cacique durante la década pasada y sembró el terror entre los más pobres, mientras, como le acusa la justicia, se apropiaba del dinero público.
El discurso de Pablo Iglesias en la Plata tuvo un reconocimiento a la lengua española, a las mujeres, a los combatientes en la guerra civil por la República y dio una imagen de España construida a su manera: «Me avergüenzo como español cuando en España desde las oligarquías políticas e incluso desde la propia Monarquía que se llama a sí misma monarquía democrática, se reivindica el imperio y el colonialismo».
En una entrevista concedida al diario Página 12, también kirchnerista, Iglesias insistió en esa idea: «Me ofende mucho cada vez que escucho cuando las élites de mi país se refieren a América latina con discursos que expresan una patética nostalgia del colonialismo».
Los premios Rodolfo Walhs , (periodista, escritor y miembro de la guerrilla montonera) lo recibieron en otras ediciones el expresidente Hugo Chávez, Nicolás Maduro, Rafael Correa y hasta Cristina Fernández.
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