Los otros «incendios» del PSOE con las lenguas regionales
Son varias las comunidades autónomas que también han dado quebraderos de cabeza al Ejecutivo central por su afán de diferenciarse del resto
Asturias: El bable provoca la fractura del partido
El presidente del Principado de Asturias, el socialista Javier Fernández , está en contra de modificar el Estatuto regional para que el bable sea considerado lengua cooficial. Sin embargo, desde Ferraz atendieron el pulso de los sectores afines a Pedro Sánchez dentro del partido en el Principado, que se alinearon con Podemos e Izquierda Unida para forzar la cooficialidad con el castellano. Esta medida, además de generar tensiones innecesarias, resultaría cara: los más prudentes la cifran en alrededor de 20 millones de euros cada año.
Galicia: Implantación casi total del gallego
El único grupo que se opone abiertamente a que las lenguas cooficiales, entre ellas el gallego, sean un requisito necesario para acceder a la función pública, también a la gallega, es Ciudadanos. En Galicia, de hecho, el gallego goza de una implantación mayoritaria que figura tanto en los requisitos exigidos a los trabajadores públicos, como en los currículos escolares de colegios e institutos. Tanto es así que la asignatura de Lengua gallega es una de las materias que obligatoriamente pasan a examen en Selectividad.
País Vasco: La nación y el derecho a decidir
El socialismo vasco firmó un acuerdo de gobernabilidad con el PNV en 2016 en el que uno de los cuatro puntos del acuerdo era «más y mejor autogobierno». Y en el que se incluía el planteamiento de reformar el Estatuto de Autonomía. Ahora el PSE ha sido desplazado como socio principal para esta cuestión por Bildu. Pero es que la realidad es que el PSE abrió la puerta en su acuerdo a que en este debate se hablase del «reconocimiento de Euskadi como nación» y el «reconocimiento del derecho a decidir del Pueblo Vasco».
Navarra: Euskera para ganar contratos públicos
Las empresas que quieran ser subcontratadas en Navarra por la Administración regional para realizar trabajos que requieran atención al público deben tener un plan de euskera «para que las personas trabajadoras que ocupen los puestos de atención al público puedan formarse en dicha lengua». Esta es la situación después de que en abril el Parlamento regional aprobara la Ley Foral de Contratos Públicos. En Navarra, el euskera es hablado habitualmente tan solo por el 6,7% de la población.
Aragón: Un título para los fablaparlantes
El Gobierno de Aragón, encabezado por el socialista Javier Lambán , ha creado este año un título que reconoce el dominio de la fabla aragonesa, una histórica lengua nacida en los valles del Pirineo que está en riesgo de extinción. Este título equipara una lengua que únicamente hablan unas 12.000 personas a otros idiomas como el inglés, el español o el francés, que también gozan de títulos que acreditan su dominio. De hecho existen tres niveles de acreditación: A2, B1 y B2, correspondidos con los niveles básico, medio y alto.
Cataluña: Reconocer la nación frente al «procés»
La comunidad que centra la política territorial en España también tiene en la reforma de su Estatuto una posible vía de escape. Aunque el PSC ha dejado de ser en Cataluña una fuerza mayoritaria, con Sánchez en La Moncloa las tesis de Miquel Iceta ganan protagonismo. La propuesta de «votar un acuerdo» en forma de modificación del Estatut es la prioridad del Gobierno. Dentro del concepto de España plurinacional Pedro Sánchez y Miquel Iceta se han manifestado ya claros definiendo a Cataluña como nación.
Valencia: Subvenciones al pancatalanismo
El socialista Ximo Puig persigue un Gobierno con un papel fundamental de Monica Oltra , líder de Compromis, como vicepresidenta. Destacado defensor de la plurinacionalidad a su gobierno se le reprocha su cercanía y sus cesiones con los movimientos pancatalanistas de la Comunidad. Una de las decisiones fuertes del mandato ha sido la reapertura de la televisión autonómica. Se le ha reprochado la cercanía a las entidades soberanistas, por haber dado subvenciones a dedo a Acció Cultural del País Valencià.
Baleares: Los médicos tienen que saber catalán
El Gobierno balear, que preside la socialista Francina Armengol, aprobó el pasado mes de marzo un decreto que regula el conocimiento de catalán que deberán tener los médicos, enfermeros y auxiliares que deseen trabajar en la Sanidad pública isleña. El decreto aprobado por el Ejecutivo balear establece que se podrá presentar a oposiciones cualquier profesional sanitario del país, aunque no tenga a día de hoy la preceptiva titulación lingüística. Eso sí, deberá conseguir la titulación hasta dos años después de tener la plaza.