«El objetivo del nacionalismo es implantar el monolingüismo»
El exalcalde de La Coruña Francisco Vázquez denuncia que se ataca el bilingüismo
«¿En qué lugar del mundo los ciudadanos se ven obligados a protestar poque se les prohíbe o se les limita el derecho a hablar en su propia lengua?», se preguntó ayer el exalcalde de La Coruña y exembajador en la Santa Sede Francisco Vázquez en el auditorio de la Mutua Madrileña de Madrid. El ascenso de los nacionalismos en España tiene un nuevo capítulo que resuena a viejo: la batalla de la lengua.
Las fundaciones Villacisneros y Valores y Sociedad celebraron ayer un debate sobre «la defensa de la lengua española», enmarcado dentro del ciclo «El necesario fortalecimiento de España» , que en esta ocasión reunió, además de a Francisco Vázquez, a la portavoz de Mos Movem, Manuela Cañadas ; la presidenta de Hablamos Español, Gloria Lago ; y la vicepresidenta de Sociedad Civil Catalana, Miriam Tey , un debate moderado por el periodista Dieter Brandau. A juicio de Vázquez, «el objetivo final del nacionalismo es implantar en sus territorios el monolingüismo». Por eso, dijo, «los demócratas somos los que defendemos el bilingüismo , que en estos momentos se está persiguiendo».
El exalacalde gallego se cuestionó qué pasaría en el caso de que el elemento diferenciador que a su juicio utiliza el nacionalismo no fuera la engua, «sino la religión, o la raza y el color de piel». «¿Estaríamos obligados a llevar a cabo actos de fe; se crearían guetos urbanos a modo del apatheid?», reflexionó Vázquez, que definió el conflicto lingüístico como «una manifestación más de la rocambolesca situación que sufre España como consecuencia de la dejación que se ha hecho de su propia realidad para satisfacer las aspiraciones insaciables de los nacionalistas».
Vázquez achacó el auge de los nacionalismos a la transferencia del sistema educativo a las comunidades autónomas. «El nacionalismo ha hecho un uso ideológico de la educación transferida. Son ya muchos los años en los que en las aulas lo propio se contrapone a lo ajeno, en las que hay una exaltación de las indentidades nacionalistas que excluyen todo lo que no se identifica con las mismas, desde la lengua o los personajes, hasta la propia Historia, y los consideran hostiles».
Para Miriam Tey la lengua «ha sido una de las justificaciones históricas del nacionalismo. Cuando la raza fue impensable de esgrimir como argumento, se empezó a discutir sobre cuál era el origen más antiguo, si el de la lengua española o el del catalán». Por eso, la vicepresidenta de Sociedad Civil Catalana calificó la lengua como «un arma letal». «Pensamos con la engua, conformamos nuestro pensamiento con ella, es nuestro límite y nuestra frontera. Si utilizamos la lengua con prejuicios con el fin de generar ideología, para encerrarnos en lugar de abrirnos, se convierte en un arma a batir, con todo lo que eso conlleva». Tey explicó que «en Cataluña hemos tenido el catalán como una lengua que nos convertía en nación, pero el español no responde a una sola nación ni a un solo Estado, es tan rico que no puede ser nacionalista, y eso es un privilegio».
«Se utiliza para separarnos»
Gloria Lago calificó el conflicto lingüístico como «un problema de derechos». «La gente del resto de Epaña se ha dado cuenta de que la lengua se está utilizando para separarnos. Si no respetamos el derecho de poder elegir la posibilidad de educar a tu hijo en tu idioma significará que la democracia está coja». «No queremos perder el nexo con el resto de España», reivindicó. Manuela Cañadas explicó las consecuencias de la batalla nacionalista en Baleares y el hecho de hcer obligatorio el catalán en la Sanidad: «Ya es difícil decirle a una persona del resto de España que venga a trabajar a las islas, como para que encima vayamos a una dictadura lingüística».
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