Nunca es tarde para aprender a leer
María camina por pasillos rodeados de libros que durante toda su vida ha intentado descifrar....
María camina por pasillos rodeados de libros que durante toda su vida ha intentado descifrar. Tiene ochenta años y nunca ha podido ir al colegio: "Como no sabía pues no me daba envidia. La mujer solo a barrer y a coser". Mujer de una generación que se perdía entre las palabras y que durante muchos años dependió de alguien para leer el menú de un bar o para identificar el número del autobús que tenía que coger. Así era su día a día hasta que, por primera vez, decidió ir a la escuela. "Aquí lo que hacemos es leer y escribir como lo haría un niño de seis años", cuenta Sandra Delgado, maestra del CEPA Dulce Chacón. Una enseñanza que le ha permitido a Cecilia reescribir su historia. Esta mujer de 75 años dejó el colegio cuando tenía siete y ello le supuso una falta de vocabulario. "La dificultad estaba en que yo me ponía a hablar con la gente y no sabía contestar. Yo cojo un libro y hay cosas que tengo que leer varias veces para entenderlo". Así ha descubierto el significado de la palabra constancia.