El número dos de la trama Gürtel recusa al juez De Prada por sus vínculos con una acusación
Pablo Crespo argumenta que la hija del magistrado del caso colabora con el abogado Gonzalo Boyé
El número dos de la trama Gürtel, Pablo Crespo , solicitó ayer que se aparte al juez José Ricardo de Prada del tribunal que juzgará a la red de corrupción a partir del próximo 4 de octubre .
En el escrito de recusación, al que accedió ABC, la defensa de Crespo argumenta que De Prada no goza de la apariencia de imparcialidad necesaria para enjuciar los hechos por dos razones: la relación profesional de su hija con el abogado Gonzalo Boyé, que acusa en una de las piezas separadas del caso; y por la amistad del magistrado con el exjuez Baltasar Garzón , quien fue condenado por unas escuchas ilegales en la investigación que destapó la trama y contra el que se querelló precisamente el acusado Crespo, quien plantea ahora la recusación.
«No es de recibo, no es ajustado a Derecho y no supera los mínimos cánones de imparcialidad que a Pablo Crespo le juzgue un amigo del exmagistrado Sr. Garzón y padre de quien escribe libros conjuntamente con el abogado de la acusación», concluye la defensa del número dos de Gürtel.
Estas circunstancias justificarían, según Crespo, la concurrencia de dos causas de recusación de De Prada: la existencia de un interés directo o indirecto en el pleito, y una enemistad manifiesta con alguna de las partes; dos motivos regulados en el artículo 219 de la Ley Orgánica del Poder Judicial en los apartados octavo y noveno.
Inhabilitación de Garzón
La «enemistad manifiesta» del juez hacia el acusado Crespo estaría motivada, argumenta el número dos de la trama, porque este último interpuso la querella contra Garzón que provocó su condena e inhabilitación como juez. El exmagistrado fue considerado culpable por autorizar unas escuchas ilegales entre los investigados y sus abogados, unos audios que se sitúan en el origen de la causa. El abogado de Crespo, Miguel Durán , adelanta en su petición que esta cuestión será planteada en las cuestiones previas del juicio, asuntos técnicos con los que arranca la vista y en los que las defensas tratan de suspender o anularla por cuestiones procesales o de forma.
El acusado aporta más datos para demostrar esa «empatía, cariño, aprecio y afecto, y homenaje» entre el juez del caso Gürtel y Garzón. Añade que De Prada expresó en numerosas ocasiones «su apoyo incondicional» a Garzón, y explica que ha colobarado con la Fundación Internacional Baltasar Garzón, al haber participado en sus conferencias y coloquios. Crespo pide, entre otras pruebas, que la Fundación y Garzón documenten estas intervenciones y expliquen si sufragaron los costes de desplazamiento y estancia a los congresos del juez De Prada .
Sobre los vínculos de la hija de De Prada con Boye, la defensa de Crespo explica que Pilar Eirene de Prada «ha participado en un libro promovido» por este abogado, titulado Contrapoder, y que es «colaboradora asidua» del medio Eldiario.es, del que Boyé es secretario del consejo de administración de la sociedad editora, según afirma el escrito de recusación.
Para sostener su petición, la defensa de Crespo recurre a la doctrina del Tribunal Europeo de Derechos Humanos , en la que se ha basado la Audiencia Nacional en estos supuestos y que establece que el magistrado debe apartarse cuando existan «circunstancias que puedan hacer pensar a las partes y la sociedad que es parcial». La defensa argumenta que en el caso de De Prada la apariencia no es de imparcialidad, sino de «absoluta parcialidad».
Como prueba, el número dos de Gürtel también solicita que testifiquen la hija de De Prada y los responsables del despacho de abogados de Boyé. La admisión a trámite de este incidente de recusación podría retrasar el inicio de la vista oral, que llega en dos semanas.
Crespo también señala que en la recusación de Enrique López y Concepción Espejel en esta misma causa, apartados por su afinidad con el PP, «los recusantes aducían motivos de muchísimo menos peso» que en este caso.
El acusado, quien fuera secretario de Organización del PP de Galicia, se enfrenta a 85 años de prisión en esta causa, solicitados por la Fiscalía. El juicio de de la primera época de Gürtel versará sobre las actividades de la trama entre 1999 y 2005 en las localidades de Estepona, Majadahonda, Pozuelo de Alarcón y Madrid, y en las comunidades autónomas de Madrid y Castilla y León.
Boyé no está personado en la causa que enjuciará esta pieza del caso Gürtel, pero es el abogado que representa a una de las acusaciones populares en otra pieza del mismo tronco: el caso conocido como papeles de Bárcenas: el Observatorio DESC. Este proceso, cuyo juicio aún no tiene fecha, resolverá si los extesoreros del PP Luis Bárcenas y Álvaro Lapuerta manejeron una contabilidad opaca o caja B en el seno del partido durante 18 años.
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