Nuevo registro en la vivienda de la guardia urbana acusada de asesinar a su pareja
Al lugar en el que, presuntamente, se produjo el crimen los agentes vuelven armados con pico y...
Al lugar en el que, presuntamente, se produjo el crimen los agentes vuelven armados con pico y maza. Y vuelve Rosa Peral. Casi parece una sombra vestida de negro y con la cabeza cubierta con una capucha. Su teléfono móvil ha llevado a los Mossos hasta la planta baja de su vivienda en Vilanova i la Geltrú. Unas fotografías demuestran que hubo cambios en la habitación donde se habría asesinado a Pedro Rodríguez. Se cambió el color de las paredes y desapareció un sofá. Hoy tratan de averiguar si tras la pintura hay sangre. El rastro que habría quedado tras intentar despedazar a la víctima. Un vecino recuerda haber oído una motosierra aquella noche. Y el cuerpo, que apareció en este camino calcinado en un coche, tenía las extremidades amputadas. Tras cuatro horas de registro, Rosa vuelve a la cárcel. Sigue siendo la presunta asesina aunque está por ver si su amante, el guardia Albert López, participó en el crimen o solo la ayudó a deshacerse del cadáver.