El nuevo PP, un 'triunvirato' basado en el respeto al espacio de cada líder

Feijóo y Moreno ejercen el poder orgánico y Ayuso, el del apoyo de las bases

Congreso Nacional del PP en Fibes. Proclamación de Alberto Núñez Feijóo como nuevo presidente. Con la asistencia de Juan Manuel Moreno Bonilla Vanessa Gómez

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Cuando Juanma Moreno decide borrar las siglas del PP en la campaña andaluza y cerrar la puerta al desembarco masivo de barones antes de las elecciones, para que no distorsionen su mensaje, tiene la seguridad de que en este PP nadie le va a discutir esa decisión. Solo se asiente, entre otros motivos porque es uno de los tres líderes más potentes que tiene el partido en esta nueva etapa, basada, por reacción a la anterior, en el máximo respeto a los territorios y a las decisiones de sus dirigentes regionales.

«Se está imponiendo un federalismo 'light' dentro del partido», advierte un diputado del PP. Es una opinión compartida por muchos de sus compañeros, dentro y fuera del Congreso, que ven cómo de la noche a la mañana se ha pasado de un modelo vertical y piramidal, con una presidencia fuerte que se imponía a los barones, a otro más horizontal o transversal, donde el poder está repartido y, sobre todo, se defiende la autonomía de los barones y de los presidentes regionales para tomar sus decisiones.

El respeto de Génova a la libertad de las regiones se medirá en la confección de las listas electorales, el momento más tenso

En una entrevista en RNE, se preguntó a Feijóo si aprobaría un pacto del PP con Vox en Andalucía después de las elecciones del 19 de junio, el presidente de los populares aseguró que sería «una intromisión» si se pusiera a « dar instrucciones desde Génova» a Juanma Moreno sobre cómo debería conformar su Gobierno.

En la caída de Pablo Casado, Feijóo y Moreno fueron de la mano en la configuración del nuevo PP y ambos tuvieron claro que uno de los ejes desde ese momento debía ser el respeto a las regiones, sin injerencias ni imposiciones desde Génova. En su reparto de poder, Moreno situó en la dirección nacional a su mano derecha, Elías Bendodo, como coordinador general, mientras que Feijóo eligió a su secretario general en Galicia, Miguel Tellado, como vicesecretario de Organización. Para la secretaría general optaron por una decisión neutral y de continuidad: Cuca Gamarra.

Congreso Nacional del PP celebrado en Sevilla el pasado mes de abril Vanessa Gómez

  Feijóo y Moreno tomaron los mandos del nuevo PP. Pero en la práctica hay una tercera líder muy potente, Isabel Díaz Ayuso. Si los dos primeros tienen el poder orgánico del partido, la presidenta madrileña tiene el de la calle, el de las bases. Ahora mismo es la más popular con diferencia, más allá de su propia región. Sería imposible construir un nuevo PP sin ella en primera línea, y tanto Feijóo como Moreno lo saben, pese a las diferencias que los separan. «El modelo funcionará mientras cada uno respete el espacio del otro», advierten en el PP.

Sin imposiciones

La relación entre Feijóo y Ayuso da mucho que hablar en el PP, donde muchos se preguntan en qué momento acabarán chocando, porque dan por hecho que lo harán antes o después. De momento, la presidenta de la Comunidad de Madrid ha recibido al líder del partido con advertencias. La primera, cuando acudió como candidato del congreso nacional. «Somos un equipo de soldados que te vamos a acompañar pero que tiene poca paciencia para las tonterías y poco aguante para las imposiciones», le espetó entonces. Más reciente, en la recepción del 2 de Mayo en Sol, avisó: «Madrid no tolera invasiones de nadie».

Feijóo acudirá el próximo sábado a la clausura del congreso del PP de Madrid, para arropar a Ayuso, pero esa misma tarde viajará a Galicia para participar en el congreso regional que elegirá a su sucesor. Y en Andalucía, Moreno pisará el acelerador de su precampaña. Los tres líderes más potentes del PP compartirán así protagonismo.

En este reparto de poder han quedado desplazados otros dos barones: Alfonso Fernández Mañueco y Fernando López Miras, centrados en sus respectivas comunidades, Castilla y León y Murcia. Pero en el PP creen que tras las elecciones autonómicas de mayo de 2023, recuperarán comunidades y surgirán nuevos barones fortalecidos por ese 'modelo federal' que se está imponiendo en el partido. El momento determinante que marcará la relación de Génova con los territorios llegará en el periodo electoral, cuando se confeccionen las listas, auténtica prueba de fuego para la dirección nacional y las regionales.

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