DEFENSA
La nueva Directiva de Defensa reconoce que el Covid-19 ha dado un giro a las percepciones sobre la seguridad
El documento, que sustituye al de 2012, subraya «una erosión notable del orden internacional»
El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, ha firmado esta mañana la nueva Directiva de Defensa Nacional, el documento marco que debe guiar la política de Defensa en los próximos años. La anterior Directiva fue elaborada en 2012 por el Ejecutivo de Mariano Rajoy.
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Es, también, la primera Directiva de Defensa derivada de la Estrategia de Seguridad Nacional de 2017. Y, por tanto, recoge las implicaciones para la Defensa, la Seguridad y la protección de nuestros ciudadanos de acontecimientos que están afectando a nuestra seguridad: desde la pandemia de Covid-19 hasta las fluctuaciones en el orden geopolítico mundial y particularmente en nuestro entorno.
Así, en la introducción del documento de 11 páginas se hace mención expresa al Covid-19 cuya crisis «ha dado un giro a las percepciones sobre la Seguridad en Europa y la manera de gestionarla».
Una idea que se subraya en el punto 4 de las 16 directrices de actuación que marcarán la actuación de la Defensa en los próximos años se prevé impulsar la «preparación del personal de las Fuerzas Armadas y la adquisición de capacidades que permitan la colaboración y apoyo a autoridades civiles especialmente en situaciones de crisis y/o emergencias».
Protagonismo del recurso a la fuerza
El documento esgrime que en la última década se han presentado «cambios sustanciales en la arquitectura internacional de seguridad, que ha traducido en una erosión notable del orden internacional y en un protagonismo inusitado del recurso a la fuerza».
La nueva Directiva de Defensa Nacional se compromete a dotar al Ministerio de Defensa con la financiación que sea necesaria para sostener todos sus compromisos tanto nacionales como internacionales. Ideas clave son el favorecimiento de la industria nacional de Defensa y también la integración en proyectos europeos; reforzar las capacidades del Centro Nacional de Inteligencia (CNI); o la apuesta por un contexto con la OTAN como alianza«sólida» , combinando la disuasión y el diálogo en conflictos internacionales; así como reforzar el papel de la mujer, tanto en el Ejército como en las comunidades de otros países donde haya despliegue de tropas.
Desde el Ministerio de Defensa se señala que «la nueva Directiva de Defensa Nacional trata de diseñar una Defensa Nacional c ercana al ciudadano y acorde a los retos del siglo XXI. Supone una profunda actualización de la anterior, puesta en marcha en 2012, e introduce elementos de modernidad y cercanía al ciudadano, algo especialmente visible en la mención a las misiones militantes, donde se prioriza la seguridad humana como instrumento clave en la prevención de conflictos o la protección de los grupos de población más vulnerables».