Nuet culpa a los letrados del Parlament de falta de «contundencia» al valorar las leyes de la ruptura
El hoy diputado de ERC dice en el Supremo que como miembro de la Mesa de Forcadell aprobó iniciativas ilegales para reconducirlas luego «por la senda de la constitucionalidad»
El diputado de ERC Joan Josep Nuet, antes miembro de la Mesa del Parlament que tramitó las leyes soberanistas en contra del mandato del TC, ha negado este miércoles ante el Tribunal Supremo que tuviera intención de desobedecer al órgano de garantías . Ha atribuido su decisión de admitir a trámite de esas iniciativas al deseo de su grupo parlamentario (Catalunya Si que es Pot) de generar un debate que permitiera reconducir iniciativas a priori ilegales por la senda de la constitucionalidad. «Creímos que era posible y nos equivocamos», ha dicho. Nuet, hoy diputado nacional, ha señalado que tres años después de aquello «las cosas se ven de otra forma» y que hay cosas que hizo que hoy no haría. «Entonces era todo nuevo, no había experiencia»; se estaba pisando un terreno hasta entonces inexplorado, ha explicado.
Durante su declaración ante el tribunal que le juzga por desobediencia, una acusación por la que Fiscalía y Abogacía del Estado piden su inhabilitación durante un año y cuatro meses , Nuet ha cargado parte de la responsabilidad en los letrados del Parlament porque quizá no advirtieron «con la contundencia suficiente» de la inconstitucionalidad de algunas de las iniciativas que vio la mesa. En otros casos ha justificado su actuación en la rapidez con la que estas se tramitaban y el escaso margen de tiempo (y conocimientos) de los diputados para estudiar el contenido de las propuestas que se presentaban.
Hasta siete requerimientos recibió este parlamentario por parte del TC para abstenerse de tramitar iniciativas que contravinieran la Constitución y tendentes a la celebración del referéndum ilegal. Él no cree que desobedeciera, porque siempre pensó que, como en la anterior legislatura, el TC intervendría en última instancia para diferenciar lo que era constitucional de aquello que no lo era. Ha sostenido que su grupo parlamentario (y también él mismo) siempre partió de que las ideas políticas se pueden defender en un parlamento y que «había margen» para que ese debate se produjera.
Control de constitucionalidad
A preguntas del fiscal Javier Zaragoza, Nuet ha reconocido que era consciente de las advertencias del TC, pero también de que el trabajo de la Mesa del Parlament era más de trámite que de análisis. Los letrados resaltaban, ha dicho, el ámbito formal en la actividad de la Mesa (...) Analizar tiempo y forma de una iniciativa no sustituye el debate del pleno sobre el fondo« de la misma. «Tramitábamos iniciativas para posicionarnos sobre ellas en el pleno. Yo acepto lo que diga el TC pero establecer mi critero constitucional sobre un texto en una hora no es nada sencillo. Los letrados del parlament tuvieron las mismas dudas y las expresaron en diversos momentos. Nunca negaron que el control constitucional se tenía que producir pero había dudas sobre el momento en el que ese control tenía que tener lugar« , ha sostenido.
El hoy diputado nacional ha reconocido que sabía que en la legislatura anterior hubo precedentes de rechazo de proposiciones de ley e iniciativas prorreferéndum. También de que la Mesa las rechazó e instó al grupo proponente que las modificara, algo que no ocurrió en este caso. Ha insistido en que siempre votó en contra de las iniciativas que vio «inconstitucionales de forma palmaria» y en las que votó a favor lo hizo con la intención de «convertirlas en constitucionales» tras su debate en el Pleno.
«Auténtico caos»
Una de las más trascendentes fue la resolución 306/11 que aprobaba la celebración de un referéndum y abordar un proceso constituyente. De nuevo Nuet cargó la responsabilidad en los letrados del Parlament y en el «auténtico caos» que sobrevoló algunas de las reuniones de la Mesa , curiosamente aquellas en las que salieron adelante las iniciativas más conflictivas e inconstitucionales. «(Los letrados) no emitieron opinión en un primer momento; solo uno de los dos dijo al final que había algún párrafo que podía ser inconstitucional (...). Nunca tuve la sensación de que los letrados me advirtieran de que una parte de los textos eran inconstitucionales; no tuve sensación de que estaba votando nada que rompiera mandatos constitucionales porque ese día Catalunya Si Que es Pot también hablaba de referéndum», si bien dentro de la Constitución, ha aclarado. «Estudiar un documento de 120 folios en una hora es imposible (...) Si ellos tienen dudas imagínese las que tengo yo«.
Cuando Zaragoza le ha recordado que por qué obvió el requerimiento que a los miembros de la Mesa hizo el TC, Nuet ha insistido en que estaba convencido de que no estaba ignorando la recomendación del TC . «Creía que estaba ayudando al Tribunal Constitucional», ha llegado a decir quien era secretario tercero de la Mesa. «Mi intención era convertir una iniciativa inconstitucional en constitucional, en absoluto quería utilizar ese voto para romper la doctrina constitucional», ha dicho.
Tramitación exprés
Especial mención ha hecho Zaragoza en su interrogatorio a la ley del referéndum y la de transitoriedad jurídica (hacia la República), leyes que se tramitaron de forma exprés, con nocturnidad y en cuestión de horas (cuando lo habitual son meses, ha recordado el fiscal) para adelantarse a la suspensión del Tribunal Constitucional. Nuet ha dicho que en esta ocasión tuvo constancia de la iniciativa pocos minutos antes de la convocatoria de la mesa 6 de septiembre y que no estaba de acuerdo con el procedimiento pero que ese procedimiento, «inusual», ha reconocido, no se discutió en la Mesa . «Me opuse de forma severa», ha apuntado. Al ser preguntado sobre si se solicitaron informes, el acusado ha sostenido que él quería uno del Comité de Garantías Ciudadanas, pero se eximió de cualquier informe a esta iniciativa. «Nuestra intención no era validar un referéndum no constitucional; mi grupo hubiese presentado una enmienda a la totalidad y se hizo una tramitación exprés«, ha insistido. «La política se convirtió en algo complejo y dificil», ha sentenciado.
Nuet se ha mostrado especialmente molesto cuando el fiscal le ha preguntado si en algún momento le pareció que, al margen de su proyecto político era importante obedecer al TC. «De treinta votaciones de leyes independentistas, en 28 vote en contra. No fue una actuación personal, mi grupo parlamentario estaba convencido de que podía hacer que los intentos independentistas transitaran por la seda constitucional . No eludí mandatos, intenté llevarlas a cabo de la forma que considere más adecuada para conseguirlo«.
La ley de transitoriedad jurídica fue prima hermana de la primera; se debatió horas después. De hecho «entró en la madrugada del 6 al 7 de septiembre», ha recordado Nuet. En este caso el acusado se abstuvo porque «era una norma que expulsaba a al Constitución del ordenamiento jurídico. No la aprobó porque se hablaba de un referéndum que aún no se había celebrado y presuponía el resultado del referéndum. Cumplía requisitos formales pero no la aprobé porque no tenía congruencia». «¿Por qué no votó en contra y solo se abstuvo?», le preguntó el fiscal, «Porque entendía que absteniéndome ya daba cumplimiento al TC», ha dicho .
A su juicio, su voto no era determinante a la hora de que algo se aprobara o no. Más tarde, el diputado de Ciudadanos y también miembro de la Mesa en aquel momento José María Espejo ha vinculado la abstención de Nuet a su deseo de mantener un equilibrio entre el mandato del TC y sus guiños a los independentistas, con los que «se alineó» más al final de la legislatura (a medida que el desafío secesionista avanzaba) que al principio de la misma.
La declaración de Nuet ha tenido lugar después de que el tribunal rechazara las cuestiones previas planteadas por su defensa acerca de la inviolabilidad que, a su juicio, le amparaba como diputado autonómico , y sobre la competencia del Tribunal Supremo para juzgarle. Fiscalía y Abogacía del Estado se habían opuesto a ambas. Acusación y defensa han renunciado a las testificales del diputado Luis Corominas (condenado por desobediencia por el TSJC) y Carme Forcadell (condenada por sedición) por considerar que su papel como testigos está comprometido por estar pendiente, en el caso de Corominas, del recurso contra su condena.
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