Abascal, «perplejo», no romperá los pactos regionales con el PP pese a las críticas de Casado
El líder del PP le pregunta «si dejaría gobernar» a políticas como Manuela Carmena en Madrid o Susana Díaz en Andalucía
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El presidente de Vox, Santiago Abascal , ha reaccionado al ataque del líder del PP , Pablo Casado , afirmando que no va a romper los acuerdos de investidura que mantienen en los gobiernos regionales de Madrid, Murcia y Andalucía.
En su réplica a la intervención del presidente del Partido Popular, que realizó una durísima crítica contra Vox y los ataques que ha recibido de esta formación política durante los últimos dos años, Abascal respondió que «si fuera como usted dejaría de gobernar en Murcia, Andalucía y Madrid», pero que no espere que «seamos así. Los andaluces, madrileños y murcianos pueden estar tranquilos respecto de la responsabilidad histórica de Vox«». Casado le preguntó si su opción era apoyar a políticos como Manuela Carmena en Madrid o Susana Díaz en Andalucía.
Abascal, que no esperaba el discurso de Casado, no reaccionó con una ruptura total con el Partido Popular, sino que cambió la estrategia que había mantenido hasta ahora y llegó incluso a tenderle la mano para la búsqueda de una alternativa al Gobierno de Pedro Sánchez.
Así, y en relación a los pactos de investidura que facilitaron los gobiernos de los populares, señaló que podría haber dicho «gracias simplemente por haber facilitado estos gobiernos autonómicos a cambio de cero cargos». En este momento, afirmó que «tenemos una responsabilidad ante los españoles que exigen una alternativa», subrayó. Con una cierta condescendencia hacia el Partido Popular, asle invitó a enmendar ese «gigantesco error», tendiendo de nuevo la mano a los votantes del PP.
El líder de Vox, que siempre había mantenido una buena relación personal con Casado, admitió que no esperaba «para nada» el ataque y que se había queado «absolutamente perplejo». Por ello, criticó la «equidistancia imposible y falsaria» entre Vox y los socios nacionalistas del Gobierno, entre ellos Bildu.
«Desesperanza brutal»
Abascal no quiso entrar en un cara a cara con Casado , según él para no aumentar la «zozobra» y «desesperanza brutal» que, a su juicio, la intervención del dirigente popular habría causado.
La intervención de Casado provocó nerviosismo en las filas de Vox, algunos de sus diputados no pararon de gesticular, incluso algunos pedían la hora a la presidenta del Congreso, Meritxell Batet , para que cortara la intervención del presidente de los populares.
En sus réplicas, Abascal intentó salir del bloqueo que le produjo la inesperada intervención de Casado e intentó ridiculizar los aplausos de la bancada popular como si sonara «la música del Titanic cuando se hunde»,
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