Nieto: «Creo que los jueces y fiscales se equivocan, lo lamento»
Ante la comisión de Interior, Nieto tuvo que hacer frente a las peticiones de dimisión de Podemos, de ERC y del PSOE, cuyo portavoz, Antonio Trevín, tildó al secretario de Estado de «recadero de chivatos»
«Si hay problemas en la Fiscalía, espero que se resuelvan. Si no los hay, mejor. Me siento orgulloso del trabajo que hacen jueces y fiscales en este país. En la mayoría de los casos aciertan, creo que a veces se equivocan, puede que en algún caso esa equivocación tenga que ver conmigo... lo lamento, pero a ver si la santina me ayuda y se corrige...». Con estas palabras pronunciadas ante la comisión de Interior del Congreso, el secretario de Estado de Seguridad, José Antonio Nieto , culminó ayer una jornada de declaraciones en defensa propia que siguió a la difusión el martes por parte del propio Ministerio Público de fragmentos de un escrito que parece señalarle como la persona que alertó de que el expresidente de la Comunidad de Madrid, Ignacio González , estaba siendo investigado. En concreto, el documento aludía a una «presunta investigación ‘chivada’ del secretario de Estado de Seguridad», en alusión a la llamada «operación Lezo».
Nieto tenía en la Cámara cita previa para hablar sobre asuntos de crimen organizado y de inmigración y acudió tras una mañana de sucesivas entrevistas, en las que aseguró que no teme ser imputado por que no tiene nada de que arrepentirse, hasta el punto de desear que la «famosa reunión» origen de todas las sospechas esté «grabada y se pueda publicar» para que así -dijo- «acabemos ya con esta pesadilla». Lo hizo subrayando con reiteración su respeto y confianza «en la justicia y en los jueces», si bien al final de su comparecencia en el Congreso mencionó con rapidez la expresión «guerra de fiscales», aunque para apuntar que no quería «entrar en ese tema». Por su parte, el diputado de Ciudadanos Luis Miguel Salvador aprovechó su turno para preguntar por «los conflictos que están surgiendo y el papel de las fiscalías».
Ante la comisión de Interior, Nieto tuvo que hacer frente a las peticiones de dimisión de Podemos , de ERC y del PSOE , cuyo portavoz, Antonio Trevín , tildó al secretario de Estado de «recadero de chivatos» y le recriminó la interferencia «intolerable» de haberse permitido pedir explicaciones a la Fiscalía, opción que solo pueden ejercer «las partes personadas y el juez de instrución».
Se refería el representante socialista al escrito que José Antonio Nieto remitió el martes por la tarde a la Fiscalía Especial contra la Corrupción y la Criminalidad Organizada, en el que exige saber «los cargos que se le imputan y sobre la base de qué hechos objetivos». Al respecto, justificó en sede parlamentaria que en las sospechas que se han extendido «no se habla de Nieto, se habla de la Secretaría Estado de Seguridad, que es una parte importante del Gobierno», y que por tanto no cree estar «abusando de nadie», y además haciéndolo «no en una conversación telefónica, sino con luz y taquígrafos».
Las alusiones a esta transparencia adquieren sentido en contraste con el supuesto oscurantismo que estaría rodeando la filtración del sumario del caso Lezo, del que José Antonio Nieto se cuestionó el martes si no estaría llegando al público «aliñado», esto es, manipulado en algún grado.
Por la mañana, el ministro del Interior, Juan Ignacio Zoido defendió la «reunión protocolaria» de Nieto, y Pablo González, y hermano de Ignacio González, recordando que no está siendo investigada por los fiscales del caso. «En modo alguno se le imputan delitos, ni hay línea de investigación abierta contra él», añadió.
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